XXIV: Naufragio Mental.

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Ethan.

Un nuevo asesinato, pero parece que esta vez se trata de algo más macabro. Quiero pensar que no fueron mis padres, pero ¿cómo no hacerlo?

Karina me jura que ellos no fueron y en serio quiero creerle, pero una parte de mí aún duda.

—Créenos, Ethan. No lo hicimos nosotros.—habla Logan sacándome de mis pensamientos.

Volteo a mirarlo.

—Conoces la forma en que trabajamos, sabes que no matamos personas sin antecedentes criminales y a ese hombre jamás lo habíamos visto.

Tiene razón...

No actúan así...

¿Pero quién es este hombre?

—Sí, sé que no trabajan así. Lo siento.—me disculpo con ellos por juzgarlos y tranquilamente me retiro a mi habitación.

Ese señor me parece familiar...

Hago mi mejor intento por recordar y...

¡Claro!

¡Es el hombre que casi me arrolla anoche en la carretera!

Eso hace que esta muerte me impacte más, ¿cómo es eso posible? Anoche estaba vivo y en sólo horas, ya no. De haberlo sabido, se lo hubiera advertido, ¿pero cómo podía saberlo?

No me estoy sintiendo bien.

Una sensación de náuseas me revuelve el estómago, las imágenes fueron demasiado fuertes. Tengo demasiada información que procesar, necesito dormir un rato, aunque haya dormido todo el día, no me importa, estoy cansado. Últimamente me duele la cabeza muy seguido.

Entro a mi habitación, cierro la puerta con seguro y me pongo mi pijama: un pantalón holgado de tela suave con diseño de rayas y una camisa lisa color gris oscuro, también holgada.

Me tumbo sobre mi cama, a pensar en todo lo sucedido recientemente.

Ese hombre probablemente tenía una familia...

Algo o alguien a quien regresar después de su trabajo...

Alguien que quizá dependía de él de alguna forma y que ahora se ha quedado solo por culpa de algún desgraciado...

Medito.

Las personas son crueles, Ethan...

Escucho de nuevo esa extraña voz, hace mucho que no la escuchaba.

Me enderezo sobre la cama, completamente desconcertado.

—¿Quién dijo eso?—interrogo—¿Hola? ¿Hay alguien aquí?

No obtengo respuesta.

Suspiro, pasándome la mano por el rostro, en dirección a mi cabello.

—Claro que no hay nadie, ¿qué cosas estoy diciendo?—me digo en voz baja—Creo que me estoy volviendo loco.

Me acuesto de nuevo, boca abajo esta vez, cubriéndome con la cobija. Pero no puedo dormir, mis pensamientos me atormentan.

No sé cómo sentirme con respecto a mi pasado y lo que realmente sucedió con mis padres. Estoy muy confundido, no logro comprender cómo es que pude olvidar algo tan horrible y traumático. Es decepcionante saber de dónde vengo realmente, en serio me duele pensarlo, las imágenes de anoche regresan para atormentarme una y otra vez, me abruma esta sensación de impotencia que me inunda al recordarlo. Era muy pequeño, ¿en qué estaban pensando? ¿Cómo pudieron hacerme algo así?

Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora