Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN]

XVI: Sentimientos encontrados.

Honestamente no la estoy pasando tan mal, son algo divertidos. No pensaba que salir de mi zona de confort que era estar encerrado todo el día y dar caminatas nocturnas, fuera tan agradable. Pero esto realmente no está mal.

Entramos juntos a la cabina, Kayla inserta las monedas y nos acomodamos para la primer foto.

—¡Sonrían!—exclama Taylor y todos lo hacen menos yo. Eso de sonreír abiertamente no se me da.

Las fotos son una tras otra, por lo que debemos cambiar de pose al instante, así lo hacemos cada vez. Y terminamos por tomarnos unas diez fotos, la cabina nos brinda las fotos. Todas están bien a mi parecer, pero las mejores son donde hacen muecas y yo sólo sonrío forzadamente, haciendo el gesto de "V" con mis dedos; una donde Kayla despeina mi cabello y yo la fulmino con la mirada mientras Dylan y Taylor se ríen y la última donde Taylor me abraza mientras Kayla y Dylan hacen corazones con sus manos.

—¡Ay, me encantan!—expresa Taylor con su característica alegría.

—¡Sí! Están muy lindas.—habla Kayla—Jajaja. ¡Ethan, mírate! ¡Sales con cara de culo!—ríe de nuevo—Y dices que no eres amargado.

—No lo soy, sólo no sé sonreír.

—"Sí, claro." ¡Excúsate!—continúa burlándose, volteo mis ojos con hastio.

—Qué insoportable eres...—murmuro entre dientes.

Ella se defiende repitiendo que soy un amargado.

—Y además poco creativa.—digo sin más.

—Basta, no comiencen a pelear o este viaje habrá sido en vano.—interviene Taylor, interponiéndose entre nosotros.

—Tiene razón, chicos. No peleen por cosas sin sentido.—habla Dylan.

Bufo.

—Como sea.—les doy la espalda—¿Que no íbamos a subir al Thundertold o como se llame?

Kayla ríe.

—Es "Thunderbolt", no "Thundertold".

Volteo mis ojos.

—Sí, lo que digas, Sabelotodo.

—¡Ya deja de llamarme así, Limón Agrio!—me grita.

Me volteo de golpe.

—¿Cómo me llamaste?

—¡Ya los dos!—se interpone Taylor nuevamente—Por favor, si no lo hacen por ustedes, háganlo por nosotros.—se señala y a Dylan también.

Suspiro.

—Sí, lo siento. Sigamos con el paseo.

—"¡Gracias!"—resopla con molestia, adelantándose a los juegos.

No tardo en seguirla, camino a pocos centímetros detrás de ella, Kayla y Dylan detrás de nosotros.

Llegamos al Thunderbolt, la fila es larga, pero el encargado del juego pasa rápido a las personas y descarta a otras, no entiendo por qué. Eso hasta que llega nuestro turno de subir y me percato de que...

¡Mierda!

Hay un requisito de altura.

Tiene que ser una broma...

Dylan es medido y pasa sin problemas, Taylor también e incluso Kayla.

Bueno, si ella pasa también yo...

¿Cierto?

—Uuh... ¡Qué pena, jovencito! No cumples con el requisito de altura.—habla el encargado con lástima.