Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN]

XXXVIII: Interpretación Relativa.

Lunes, 11:32.

—¿Sabes? Me alegra mucho volver a hablar contigo.—admito mientras camino junto a Taylor por el pasillo de tercer grado.

Ella me sonríe alegre.

—También me alegra, Ethan. No me gusta distanciarme de las personas, mucho menos de ti.

Mi corazón se regocija alegre y no puedo evitar la amplia sonrisa que se dibuja en mi rostro, con ella he sonreído más que con cualquier otra persona. Me detengo frente a ella, con la mirada baja, pero sin borrar mi sonrisa.

Tomo sus manos, sin levantarlas.

—Taylor, tú ya me confesaste lo que sientes por mí.—levanto la mirada—Ahora quiero que tú sepas lo que yo siento por ti.

Sus ojos se iluminan.

—Aunque bueno...—rasco mi nuca, desviando la mirada—No es como que no lo sepas ya.

Ella ríe.

—Igual quiero escucharte decírmelo.

Lamo mis labios, mis manos tiemblan y están heladas.

—De acuerdo...—tomo aire—Estoy enamorado de ti, Taylor. La verdad es que me gustaste desde el primer instante en que te vi y...—hago un pausa breve—Para mí no hay nada que me haga más feliz que estar a tu lado.

Su sonrisa se amplía, su agarre en mis manos se aprieta y su mirada se cristaliza.

—Ethan, me harás llorar.

Comienzo a sudar frío.

—Taylor, hay alguien que he querido hacer desde aquel viaje a Luna Park.

—¿Qué cosa? Anda, dime.

—Más que decírtelo, voy... a mostrártelo.—lamo mis labios con sutileza.

Con mi mano derecha acaricio su mejilla, mientras aún sujeto su otra mano. Coloco un mechón de su cabello detrás de su oreja y continúo acariciando su mejilla, la cual poco a poco se vuelve cada vez más rosada.

Mi corazón retumba tan fuerte que podría jurar que ella lo escucha, tan fuerte que siento sus latidos en mi garganta, pero eso no me detendrá.

Subo a un pequeño escalón para poder estar a la altura de Taylor, ella suelta una risa breve.

Continúo la caricia en su mejilla, acercándome cada vez más a su rostro, mi respiración acelerándose. Rozo mis labios con los suyos, ella suelta un quejido de sorpresa. Rodeo su cintura con mi brazo izquierdo y mantengo mi mano derecha sosteniendo con suavidad el lateral de su cuello.

Cedo ante el deseo que esto me causa y finalmente la pego a mi cuerpo, lamo sutilmente su labio inferior con la punta de mi lengua, un escalofrío recorre desde mi nuca hasta la parte baja de mi espalda.

—Ethan...—susurra y casi parece un gemido.

Sé que ella quiere esto tanto como yo, pero quiero hacer este momento lo más duradero posible, para disfrutarlo.

No sé si es por la excitación o si de verdad es así, pero creo que ahora hace más calor.

—Taylor, yo te...

—¡Hola, preciosa!—escucho la irritante voz de ese imbécil, que me ha interrumpido.

Frunzo el ceño con fastidio, al tiempo que Taylor se separa rápido de mí.

—¡Leonard!—exclama con la voz temblorosa, sonriendo nerviosa mientras acomoda su cabello.

¡Maldición! ¡No alcancé a besarla!