LXVII: Amistades de Oro.

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5:15 pm.
Taylor.

La fiesta de cumpleaños con mi familia se pospuso para el fin de semana, iré a California y ahí me reuniré con toda mi familia. De cierto modo es genial que se pospusiera, Leonard me dijo que quería llevarme a un lugar especial por mi cumpleaños, pero no me dijo a dónde. Esto me emociona muchísimo, amo las sorpresas.

—Buenas tardes, reina de mi corazón.—me saluda Leonard saliendo de su auto.

Sonrío abiertamente al verlo acercarse y compruebo que sigo luciendo bien, acomodando la falda corta de mi vestido blanco de flores amarillas, luego también acomodo mi cabello, ha crecido tanto que ya llega hasta mi busto, mismo que está un poco descubierto por el escote cuadrado bastante ancho de mi vestido. Hoy quise hacerme ondas en el cabello, es una ocasión especial y quiero verme linda.

—Hola, mi Lenny.—respondo al tenerlo frente a mí, él toma mi mano y besa su dorso.

Mi rostro empieza a arder, él me sonríe con ternura, su mirada recorriendo mi rostro. Extiendo mis brazos para abrazarlo y él me corresponde, sus manos frías sobre mi espalda me dan un poco de escalofríos. Me toma de la mano y me encamina consigo hacia su auto, abre la puerta del copiloto para que yo entre y luego de hacerlo la cierra. Leonard rodea el vehículo y entra al lado del chofer.

—Bueno, antes de irnos necesito hacer dos cosas.—me dice cerrando la puerta de su lado.

Ladeo mi cabeza hacia un costado.

—¿Qué cosas?

Él me sonríe de forma coqueta.

—La primera: entregarte esto.—voltea hacia el asiento de atrás, lo sigo con la mirada y la emoción me invade al ver el enorme ramo de flores moradas muy variadas, que toma entre sus manos. Además de un hermoso oso blanco de peluche.

Abro mis ojos en grande al mirar los regalos en sus manos, mi boca abierta la cubro con mis manos, sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.

—¡Feliz cumpleaños, preciosa!—me dice extendiendo los regalos hacia mí.

—¡Ay, Lenny! ¡Está hermoso, me encanta!—exclamo recibiendo ambas cosas y olfateo las flores, son reales y huelen delicioso—Esto es lo más lindo que han hecho por mí, muchas gracias.

Él asiente sonriendo y me inclino un poco hacia él para darle un suave beso en la mejilla, aún no me he atrevido a besarlo en los labios ni una sola vez tan siquiera. Sé que llevamos un buen tiempo saliendo, pero aún no me siento lista y él es tan lindo que lo entiende y no me presiona.

—Eres el chico más dulce del planeta, mi Lenny.—le digo con ternura, él me da un beso en la frente.

—Te mereces eso y mucho más.

Bajo la mirada, mis mejillas arden.

En el ramo hay una tarjeta con algo escrito en letra cursiva, por suerte sé leerla: "La primera vez que te vi, me bastaron sólo esos escazos segundos para saber que serías importante para mí. Sólo que no imaginé que lo serías tanto, pero ahora no hay lugar en el que me guste tanto estar, como aquel en donde estés tú. Felices quince años, preciosa."

Un par de lágrimas se me escapan, no puedo creer que de verdad me haya dedicado tan hermoso mensaje. Mi sonrisa se hace más amplia, acompañando las lágrimas y lo miro a los ojos. Quiero hablar, decirle cuán agradecida estoy con él y cuánto significa esto para mí, pero tengo las palabras atoradas por el nudo en mi garganta, es demasiada la emoción.

—Lenny, esto es...—me trabo y no consigo terminar, él sólo me sonríe.

—Es un placer, princesa.

Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora