XXVII: Malentendidos.

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Miércoles, 11:32 am.

Taylor se mantuvo alejada ayer durante todo el día y hoy no ha venido a saludarme tan siquiera, tampoco respondió mis mensajes, no tengo idea de qué fue lo que pasó. Si fue por lo del beso, quiero disculparme, pero ni siquiera he tenido oportunidad de verla. No sé qué le sucede.

¿Acabo de arreglar las cosas con ella y otra vez está todo mal?

No comprendo nada...

Me quejo mentalmente mientras almuerzo.

—¡Ethaaaaannnn!

Hago una mueca de frustración al escuchar esa voz.

¡Maldición!

¡Ella de verdad no se cansa!

Y se pega a mí como de costumbre, estrujándome como si yo no tuviera órganos.

—¡Auch!—me quejo—¿Ven de lo que les hablaba, chicos?

Ellos ríen con disimulo.

—¿De qué les hablabas, Ethy baby?

Kayla se atraganta con su bebida al escucharla. Tose un poco y frunce el ceño.

—¿"Ethy baby"?—ríe—¿Qué es eso?

—Es mi apodo de cariño para él.—se enconge de hombros al decirlo y me mira—¿Te gusta, mi Ethy baby?—me abraza y con una de sus manos hala mi mejilla.

Hago una mueca de fastidio y trato de alejarla, pero se resiste.

"Ethy baby" ¡Qué ridiculez!

Cada día es más molesta...

¡Mierda!

Continúo intentando alejarla, pero me es imposible, ¿cómo alguien tan pequeño puede tener tanta fuerza?

—¡Agh! ¡Ya suéltame, Christina!—exijo, pero ella me ignora.

Gruño.

Kayla y Dylan continúan riendo silenciosamente, los fulmino con la mirada por no hacer nada al respecto.

Me doy cuenta que por mucho que me esfuerce, no voy a conseguir librarme de su agarre, así que mejor dejo de intentar y sólo me rindo. Ella se aferra con más ganas. Levanto la mirada y justo veo a Taylor de pie a unos pocos metros de nosotros, mirándome fijamente. Pero luego quita la mirada y pasa por mi lado con indiferencia, para dirigirse a otra mesa.

La sigo con la mirada, totalmente desconcertado.

—¿A dónde vas, Taylor?—pregunta Kayla, ella no responde—Creo que se molestó contigo, Ethan.

La miro.

—¿Conmigo? ¿Y eso por qué?—cuestiono, ella arquea una ceja mirando a Christina.

Bufo.

—No tiene sentido que se enoje por eso.—aseguro—Hablaré con ella... otra vez.

Y dicho eso me levanto de mi asiento para dirigirme hacia Taylor.

—¡Yo voy contigo!—dice Christina.

Volteo rápido.

—No, tú te quedas aquí.—hablo firme.

Ella baja la cabeza y continúa comiendo. Volteo mis ojos y regreso mi atención a Taylor.

Llego a su lado y tomo asiento.

—Hola, Taylor.

Me ignora.

—¿Qué tienes? Estás muy rara.

Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora