XXVIII: Decepción Abrumadora.

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Viernes, 11:30 am.
Taylor.

He pasado estos últimos días sin hablarle a Ethan, lo extraño demasiado, pero entiendo que debo alejarme.

Él sigue buscándome, pero siempre le huyo, quiero darle su espacio, quiero dejar de parecerle molesta. Y supongo que ignorarlo es la mejor forma de hacerlo, ¿no? No es que quiera, es que debo hacerlo.

—Hola, niña.—la voz de Kayla me saca de mis pensamientos, está de pie frente a la mesa, sostiene su bandeja—¿Puedo sentarme?

—Ah, hola, Kayla. Sí, siéntate.—accedo.

Ella toma asiento frente a mí y acomoda su bandeja sobre la mesa.

—¿Puedo hacerte una pregunta?—consulta.

Asiento.

—¿Qué tienes?—pregunta directa, sin una sola pizca de duda o temor. Tal como ella es.

—No sé de qué hablas.—miento.

Ella chasquea su lengua.

—Sabes que a mí no puedes mentirme. Te conozco, Taylor. Sé cuando las cosas no andan bien contigo.

—Es verdad...—le doy la razón—A veces pienso que me conoces mejor de lo que me conozco yo.

Kayla ríe levemente.

—Sólo un poco.—bromea, eso me saca una pequeña sonrisa.

Estar con ella me hace bien, para mí ella es una estrella. Una hermosa estrella que vino a llenar de luz y alegría mi vida; es esa hermana que nunca he tenido, mi mayor confidente y mi apoyo incondicional. No sé qué sería de mi vida sin sus consejos, sin su presencia.

—¿Vas a decirme que pasó?—insiste—No eres la misma Taylor alegre y radiante que no tiene botón de apagado, ¿por qué?

Suspiro con rendición.

—Tú deberías saberlo, estuviste ahí.

Ella arquea una ceja, creo que no me está comprendiendo.

—Es Ethan.—le digo.

Kayla frunce el ceño.

—¿Qué pasa con él?—cuestiona apoyándose sobre la mesa, inclinándose un poco hacia mí.

Suspiro de nuevo.

—Le dijiste sobre mis sentimientos hacia él.

Ella frunce el ceño de nuevo.

—No, claro que no. Eso te corresponde a ti.—me asegura.

—¿Entonces de qué estaban hablando el otro día? Dijiste: "es menor que tú, pero eso no le impide enamorarse de ti."

Ella suelta una pequeña risa.

—De acuerdo, voy a dejar de fingir. Ya sabía que era por eso, Ethan me contó y quise venir a ver cómo estás.—admite, eso me hace sentir molesta.

—Ah, viniste a tratar de convencerme de que Ethan no hablaba de mí.

—Y es que no lo hacía.—replica—Nena, si no le crees a él, créeme a mí. Hablábamos de Christina y su obsesión tan enfermiza por él.

Me cruzo de brazos.

—Taylor...—me llama, mas no la miro—Dime, ¿tiene él alguna razón para decir esas cosas sobre ti?

La miro.

—¿Lo ves? ¿Ves que sí vienes de su lado? Lo mismo me dijo él.—reclamo—¿Sabes qué? Mejor cambiemos de tema, por favor, Kayla.

Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora