Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN]

LXX: Enigma Desentrañado Pt 2.

—No, esto no puede ser posible. Yo no lo hice, era un niño, jamás podría haber hecho una cosa así.—reniego al borde del llanto—Karina y Roger dijeron que habían sido ellos, ¿por qué me mintieron? ¿Por qué?

El dolor de mi cabeza, lejos de aliviarse se hace más intenso.

Jadeo, me siento ahogado, el aire no me pasa por más que inhalo. Todo esto es una locura.

—Los asesiné...—murmuro—Realmente fui yo.

Quiebro en llanto.

Ahora todo tiene sentido: las incitaciones violentas que escucho en mi cabeza, las pesadillas y todas las veces que he sentido que mi cuerpo actúa por su cuenta, como cuando peleé con Ángelo o cuando lo amenacé con arrancarle la lengua el primer día de clases. Todas y cada una de esas acciones que no quise hacer o decir, era él tomando el control.

Es cierto que mis padres eran seres horribles, sus corazones estaban podridos y sus mentes todavía más. Me hicieron daño, de cierto modo se lo merecían, pero no dejaban de ser mis padres después de todo y yo sólo un niño.

Un niño con serios problemas.

Sollozo regresando poco a poco a la calma y suelto un suspiro.

—Está bien, tengo que ver lo demás.—me digo, aunque sé que podría llegar a arrepentirme.

Saco el CD del reproductor e introduzco el siguiente. Empieza la misma introducción.

<<—Vitácora de seguimiento, Ethan Quinn, día siete. He dialogado con el paciente mediante terapia con sedantes y casi puedo ya dar su diagnóstico, pero quiero hablar con su otra identidad.—explicó y una vez más el mismo recorrido.

Al entrar en la habitación, veo que en esta grabación nuevamente me habían colocado la camisa de fuerza y por mi expresión de rabia en la imagen, creo que ese no era precisamente yo. Forcejeaba agresivamente, tanto que la silla se tambaleaba.

<<—No hagas eso, no servirá.—renegó el tío Chris.

Solté un gruñido, cual animal.

<<—¡Cállate! ¡Déjanos ir!—le grité, Christian negó con su cabeza, sentándose en la silla libre, frente a mí, la mesa interponiéndose entre los dos.

<<—No, claro que no. Tenemos cosas que hablar.

Volví a gruñir, lo miraba con ira pura.

<<—¡Suéltanos!—vociferé enseñando los dientes como un perro rabioso.

<<—Basta, Ethan.—intentó callarme.

Forcejeé en la silla.

<<—¡No soy Ethan! Él está dormido.

Christian se enderezó.

<<—Ah, eres el fantasma entonces.—su tono de voz era de desafío, me hace pensar que estaba muy acostumbrado a lidiar con casos como este—Y dime, ¿qué te hizo despertar?

<<—Ese hombre feo, Roger, odia a Ethan. Siempre le grita y le dice que es un llorón.—me quejé—¡Nadie le puede decir así, sólo yo!

El tío Chris volvió a reclinarse hacia la mesa.

<<—¿Y eso te molestó? ¿Por eso lo atacaste?

Me encogí de hombros.

<<—Yo sólo protejo a Ethan de las personas malas.

Christian ladeó su cabeza.