Capítulo 33

361 42 15
                                    

*Pov narrador externo*

-Años atrás. Jeff a la edad de trece-

Tras cruzar la acera se encontraban frente la puerta de su vecina Bárbara. Llamaron al timbre, no tardaron en ser recibidos con una amable sonrisa por parte de ella y los invita a pasar. Margaret y Peter le entregan un regalo para su hijo, el cual acepta feliz. El ojiazul miró a su alrededor notando que allí solo había adultos.

—Jeff, mi hijo Billy y el resto de los niños están en el patio, ¿qué tal si vas allí y les conoces? —Le sugirió amablemente mientras le señala por dónde se iba al sitio indicado.

Jeff no responde, simplemente se dirige allí con una mirada algo apática. No quería estar en aquél lugar, más bien no quería salir de su habitación. Una vez en el patio se encuentra con varios chicos más pequeños que él, jugando a los vaqueros con sombreros y pistolas de plástico. Sus ojos se pasean por el patio, sintiéndose incómodo y fuera de lugar, pensando que ya era demasiado mayor para estar allí.

Uno de los niños se acercó a él con una pistola de plástico y se la ofrece.

—Hey, ¿no quieres jugar? —Le sonrió el pequeño.

—Ah, no creo. Yo ya estoy algo viejo para estas cosas. —Rascó su nuca algo incómodo.

—Por favor. —Le dio una mirada suplicante.

Jeff suelta un pequeño suspiro y acepta frente aquellos ojos de cachorrito. Toma la pistola y se pone un gorro de vaquero como los que llevaban los demás. Trata de seguirles el juego fingiendo que dispara y esquiva balas invisibles. Se siente ridículo pero poco a poco su mente se despeja un poco, alejando a Liu de su cabeza por unos instantes. Casi parece estar divirtiéndose, pocas veces había tenido la oportunidad en su vida de jugar con otros niños. 

Al pasar un rato se escucha cerca un sonido como de pequeñas ruedas girando sobre el asfalto. De repente, algo se estampa contra la nariz de Jeff, pequeñas gotas de sangre caen. Tira el arma de juguete y se lleva rápidamente la mano hasta ahí, sorprendido y adolorido, tratando de frenar la hemorragia. Mira al suelo y nota que había sido una piedra la que le había golpeado. Cuando sus ojos comienzan a buscar al culpable con cierto enfado, nota como unas caras conocidas saltan la valla que separaba el patio de la calle. 

Randy clava sus ojos llenos de odio en él.

—Hola Jeff, tenemos asuntos pendientes contigo. —Lo miró con una sonrisa socarrona. —Por cierto, ¿qué tal le va a tu hermanito? Los oficiales nos dijeron si estábamos seguros de si habías sido tú el que nos golpeó y no Liu, así que nos imaginamos que le habían detenido a él. —Soltó una carcajada. —Y adivina, les dijimos que fue tu hermano. Así él irá a la cárcel y tu quedarás libre, de esa forma podríamos vengarnos personalmente de ti. Dos pájaros de un tiro. —Sonrió con malicia.

El ojiazul se quedó en blanco por unos segundos, asimilando lo que Randy acababa de decir. Aquellos punks se la habían jugado a Liu, y ahora iban a por él.

Apretó con fuerza su puño. Quería matarlos a golpes.

—Tenéis agallas de buscarme aún cuándo os vencí solo a todos vosotros, sois una mierda... —Espetó Jeff con una mirada desafiante y la respiración algo agitada.

—Tranquilo, hoy te patearemos nosotros el culo a ti. —Afirmó con mucha seguridad en sí mismo Randy, a pesar de tener una de sus manos vendadas.

Randy corre hacia Jeff y se abalanza sobre él, cayendo ambos al suelo. Golpea a Jeff justo en la nariz y antes de que pueda continuar, Jeff lo toma por los hombros con fuerza y le da un cabezazo. Lo aparta de un fuerte empujón para sacárselo de encima y se vuelve a poner de pie. Los niños atemorizados gritan y comienzan a correr dentro de la casa junto a sus padres. Troy y Keith sacan una pistola de sus bolsillos, seguramente pertenecían a sus padres.

Siempre en mi memoria (Liu, Jeff y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora