Capítulo 47

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*Pov _____*

Tragué con fuerza, antes de darle una respuesta a Liu.

—Yo... Necesito pensarlo durante un tiempo. —Admití con sinceridad.

Escuché un leve suspiro de sus labios.

—Me lo imaginaba. Es lo más sensato. Gracias por no rechazarme y meditarlo, con eso me basta. —Noté como depositaba un beso sobre mi hombro.

Volvió a apretarme con suavidad contra su cuerpo, haciendo que me sintiera acogida por el calor que emanaba de él. Poco a poco comencé a sentir que el sueño se apoderaba de mí, pese a los nervios que se me habían generado desde la pregunta que me hizo.

(...)

Desperté algo sobresaltada, pestañeé varias veces y frunciendo levemente el ceño. Rápidamente recordé que estaba en la habitación del pelicastaño, notaba por su respiración detrás de mí que él debía de estar dormido aún. Aparté cuidadosamente su mano, incorporándome. Sentada pude observar su rostro dormido, parecía bastante relajado. Sonreí de lado, y me levanté sin hacer ruido. Salí de su habitación y me encaminé por el pasillo. Justo desde allí vi a Jeff con una mochila colgada sobre su hombro, y abriendo la puerta de la cabaña. Estaba apunto de marcharse.

Por alguna razón, mis nervios se dispararon. El pensamiento de que volvería a desaparecer como aquella vez en la que no regresó en una semana. Era una sensación, similar a un presentimiento. Así que prácticamente corrí hasta tomarlo de la muñeca.

Giró su cuerpo hasta verme. Me miró con las cejas ligeramente elevadas por la sorpresa.

—¿A dónde vas? —Pregunté algo exaltada.

—Buenos días a ti también. —Dijo con una sonrisa torcida. —Iba por provisiones. —Respondió señalando con su mano libre la mochila.

—No has avisado. —Inquirí, aún nerviosa.

Volvió a mirarme con algo de incredulidad y sorpresa.

—Dejé una nota en la mesa. No avisé porque no os vi anoche ni a ti ni a Liu. —Se encogió en hombros, pero notaba como trataba claramente de no mostrarse incómodo o molesto incluso.

Sentí una pequeña punzada en el pecho y la necesidad de excusarme.

—Me contó su pasado. —Aclaré, esperando que no lo malinterpretase.

Pestañeó un par de veces, y después sonrió.

—Ya era hora, se demoró mucho. ¿Cómo está? —Preguntó, borrando ahora un poco la sonrisa de su boca.

—Bueno... No diré que bien, se nota que ha sido difícil para él. —Suspiré. 

—Por supuesto que lo habrá sido. —Asintió dándome la razón. —Lo superará, no te preocupes. Aunque eso me recuerda... —Una sonrisa y una mirada casi cómplice aparecieron en su rostro. —Eres libre.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo, y el aire entró en mis pulmones con mayor energía. Me costaba creerlo, pero era una sensación rara y liberadora a la vez. 

—Si un día decides marcharte, dímelo. Me aseguraré de llevarte a dónde quiera que sea, sana y salva. —Revolvió mi cabello.

Mi corazón se aceleró un poco ante su tacto, y sentí el impulso de abrazarlo, pero no lo hice.

—Jeff, volverás pronto, ¿Verdad? —Pregunté aún con esa sensación angustiosa desde el momento en el que lo vi tomar el pomo de la puerta.

Enarcó una ceja y ladeó su cabeza.

Siempre en mi memoria (Liu, Jeff y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora