Capítulo 27

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*Pov narrador externo*

Los brazos de Liu aún apretaban con fuerza a la pequeña figura de la joven, que aún no podía calmar su llanto. Hacía tiempo que no había sentido nuevamente el terror que le suponía este lugar. Finalmente, la soltó cuando escuchó como su hermano entraba en la cabaña y subía en largas y rápidas zancadas los escalones hasta llegar al piso de arriba.

El rostro de Jeff asomó por el cuarto de baño, gotas de sudor caían por su rostro y la preocupación en él era palpable. La vio allí, llorando casi de forma desconsolada, y a su hermano a un par de pasos observándola con los labios fruncidos, denotaba cierta impotencia y tristeza a la vez. 

Rápidamente Jeff se acercó a la chica tomándola con suavidad por los hombros.

—Hey, ¿estás bien? Mírame. —Trató ansiosamente que la chica le dirigiera la mirada, pero simplemente se cubría los ojos.

Las manos de Jeff temblaron, "¿qué debo hacer para tranquilizarla?" pensaba desesperadamente. Consolar a alguien jamás fue su fuerte. 

—Jeff, perdóname... —Sollozó.

—¿Qué? —Preguntó el ojiazul confundido. —¿Qué sucede? —Estaba preocupado, aún no conseguía que ella le mirase y su llanto no cesaba.

—Yo... Rompí las reglas. —Dijo desconsolada. 

Jeff abrió los ojos sorprendido y soltó un largo suspiro tras comprenderlo. Estaba preocupada por si él reaccionaría mal por haber subido al piso de arriba. 

—¿Qué clase de tontería es esa? —Tomó las manos de ella con suavidad y las retiró de su rostro. Sus ojos estaban aún llenos de lágrimas y algo rojos. —Hiciste lo correcto, a veces saltarse las normas es una buena decisión. —Le sonrió.

La chica por fin dejó de llorar al ver la suave expresión de Jeff.

Liu hacía rato que había apartado la mirada, se sentía algo malhumorado al ver como el ojiazul fue capaz de calmar a la chica. Además, se le sumaba la incomodidad que le producía ver cómo aún sujetaba las manos de ella con tanta confianza. 

—¿Son ellos verdad? Los lunáticos del bosque que me dijiste. —Afirmó aún asustada.

—Espera, ¿le has hablado sobre ellos? —Intervino Liu dirigiéndole una mirada a su hermano con brusquedad, claramente enfadado.

—Más bien ella lo dedujo. —Se encogió de hombros restándole importancia mientras soltaba las manos de la joven.

—¿Es malo que yo lo sepa? —Preguntó con incomodidad _____, pensando que se fue de la lengua y metería al pelinegro en algún problema.

Liu soltó un suspiro mientras echaba su cabello hacia atrás con la mano.

—No, está bien. Tarde o temprano esto iba a pasar, probablemente si no lo hubieras sabido en vez de esconderte, habrías acudido a ellos. Eso sí sería realmente malo. —Trató de relajar el ambiente después de meditarlo el ojiverde.

—En fin, les he dicho que no vuelvan a entrar aquí, y en caso de que quieran algo que llamen a la puerta, si no les abrimos simplemente que esperen fuera o en los alrededores. —Comentó cansado el ojiazul.

—¿Y aceptaron? —Alzó una ceja Liu, no muy convencido.

—Por supuesto, les dije que eras un maniático y que si faltaba algo te volverías loco, una máquina de matar. —Respondió Jeff riéndose.

—Que chistoso. —Lo miró mal su hermano. 

La chica ahora se sintió más relajada y sonrió ante la conversación de los dos hermanos.

Siempre en mi memoria (Liu, Jeff y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora