Capítulo 39

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*Pov _____*

Habían pasado algunas semanas, el frío comenzaba a calar un poco más. Me acurruqué en la cama sintiendo el calor de las sábanas. Unos suaves golpes en la puerta hicieron que me levantara, sabiendo perfectamente que se trataba de Liu, como siempre madrugaba para salir y ejercitarse. 

—¿Quieres qué desayunemos juntos o prefieres seguir durmiendo? —Preguntó el pelicastaño riendo levemente, probablemente al ver mi cara de sueño y mi cabello despeinado.

Esa noche había dormido algo menos, así que perezosamente respondí lo que dictó mi corazón:

—Seguir durmiendo. 

Volvió a reírse, pensaba que se marcharía tras mi contestación, pero para mi sorpresa comenzó a avanzar algunos pasos, y yo por inercia retrocedí. Cerró la puerta detrás de él una vez se adentró en mi habitación. Empezó a depositar varios besos alrededor de mi rostro y finalmente en los labios. Me alzó un momento en brazos y me tumbó junto a él sobre la cama, abrazándose a mí. Yo le correspondí, sintiendo el calor que emanaba su cuerpo. Aquello provocó que mi sueño aumentara, especialmente cuando su mano comenzó a acariciar con suavidad mi mejilla.

—Podemos dormir un rato juntos, si quieres. —Escuché su voz calmada, mientras yo cerraba mis ojos.

—¿Qué hay de hacer tus ejercicios diarios? —Pregunté cansada.

—Pueden esperar. —Respondió sin darle mucha importancia.

—¿Y Jeff? Si se despierta... —Murmuré sintiendo mi cuerpo cada vez más pesado y somnoliento.

—Tranquila, estará durmiendo, y si no es el caso dudo mucho que entre en tu habitación a estas horas. —Escuché su voz llena de confianza. 

—Bien... —Es lo único que salió de mis labios.

Noté como nos arropó con las sábanas a ambos. Me acurruqué entre sus brazos, su cuerpo era bastante grande comparado con el mío, así que era muy cómodo. Su respiración tranquila me relajaba, y el calor de su cuerpo me adormecía por completo. 

(...)

Me desperté al notar leves movimientos, abrí lentamente mis ojos. Liu estaba saliendo de la cama, observé su espalda. 

—Hey. —Saludé, sintiéndome algo despierta ya. 

Giró su cuerpo y me dedicó una sonrisa.

—Dormimos más de lo que yo tenía previsto. —Rio un poco.

—No me extraña, se estaba muy cómodo y calentito. —Confesé recordando la sensación.

—¿Debería venir también por las noches entonces? —Preguntó cariñosamente mientras inclinaba su cuerpo para darme un corto beso.

—Si voy a dormir así de bien no me opongo. —Dije sintiendo mis mejillas algo calientes. 

—En ese caso quizás me tome la libertad de escaparme a tu habitación de vez en cuando. —Comentó notoriamente feliz. 

Me sonrojé al observarle detenidamente, cuando estaba así de contento se veía más atractivo que de costumbre. 

—Ahora sí, iré a ejercitarme. —Se despidió de mí besando mi frente.

Se levantó de la cama y abandonó la habitación. 

Me hacía feliz estar de esta manera con él, como si fuese algo normal. Pero eso comenzaba a durar instantes, las semanas pasaban, y no parecía querer hablar sobre él, ni una minúscula pista. Nada. No podía evitar tener mis dudas sobre él, ¿Acaso era tan terrible lo que había hecho, a tal punto de no poder contármelo? Sino, ¿Cuál es el verdadero motivo por el que no me quiere contar nada? ¿No confía en mí? Tantas preguntas sin respuesta, que comenzaban a asfixiarme desde el fondo de mi corazón. A pesar de que trato con todas mis fuerzas confiar en él, comienza a costarme hacerlo al cien porciento. 

Siempre en mi memoria (Liu, Jeff y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora