Capítulo 55

378 40 21
                                    

*Pov narrador externo*

Jane, a la edad de trece años...

El hombre tenía un semblante serio, clavando sus ojos a través de la ventana. Hacía poco que sus vecinos del frente se habían mudado, hasta ahora sólo veía que traían problemas consigo. Aunque era consciente de que un grupo de adolescentes siempre estaban causando alboroto en el barrio poco le importaba siempre y cuando aquello no supusiera un peligro para su hija Jane.

Aquella chica se mostraba curiosa ante sus nuevos vecinos, pero su padre ya le había advertido que no podía salir a jugar con ellos, menos aún cuando empezaron los problemas: una pelea donde Liu Woods acabó arrestado.

Tras aquel incidente no había apartado su mirada de los Woods. Le prohibió rotundamente a Jane asistir al cumpleaños al que habían sido invitados después de saber que iría Jeff. La chica trató de defenderlo a capa y espada.

—¡Son Randy y su grupillo los culpables! —exclama enfurecida. —Siempre amenazan a todos los niños del barrio, les roban su dinero. —Se cruza de brazos indignada.

—¿A ti te han hecho algo? —Enarca una ceja con cara de pocos amigos, listo para echarle una buena bronca a todo aquel que moleste a su hija.

Jane deja escapar exasperada el aire de sus pulmones.

—Claro que no, saben que mi padre es policía. No todos tenemos la misma suerte. —Trata de explicarle con más calma.

—Me da igual, no irás a ese dichoso cumpleaños ni te acercarás a los Woods. —Sentenció.

Llena de rabia sube a pisotones las escaleras, encerrándose en su habitación. La pequeña no entendía aquella actitud de su padre tan sobreprotectora, debido a ello se encontraba aislada la mayor parte del tiempo, sin amigos ni nadie con quien jugar. Nunca había hablado con Liu o con Jeff, pero quería acercarse a ellos, especialmente al menor de los Woods ya que tenían la misma edad. A veces, los ojos de ambos se encontraban a través de la ventana que los separaba, rápidamente apartaban la mirada con discreción. 

Suspira y observa la casa de su vecino Billy, donde era el cumpleaños. Todo parece tranquilo, hasta que ve como los matones del barrio se acercan a la casa. Su corazón se acelera al ver el inicio de una pelea entre ellos y Jeff. Sabe que corre peligro al notar cómo a pasos gigantes se enzarzan con más violencia. 

Corre escaleras abajo gritando, suplicando ayuda por parte de su padre. 

—¡Papá, por favor, tienes que ayudar a Jeff! ¡Son ellos otra vez, van a hacerle mucho daño! —Habla de forma atropellada.

La mirada de su padre es distante, no cambia su expresión en absoluto.

—Lástima, estoy fuera de servicio.

La boca de la pequeña se entreabre, sin poder creer que aquel fuera el sentido de la justicia de su progenitor. Aprieta con furia sus puños, está a punto de alzarle la voz y reprocharle todo, sin embargo por el rabillo del ojo vislumbra fuego por una fracción de segundos en la ventana superior de la casa de su vecino. Su corazón da un vuelco y echa a correr por la parte del garaje de su casa, a sabiendas de que guardaban allí un extintor. Tiene un mal presentimiento que la asfixia mientras sus piernas avanzan a gran velocidad hacia el cumpleaños, mientras escucha los enfurecidos gritos de su padre tras ella. 

Entra por el patio tan pronto como puede a pesar de sujetar el pesado extintor, una vez entra dentro de la casa todo son gritos y un corrillo de gente alrededor de unas escaleras. Cuando llega allí ve como las últimas llamas que cubrían el cuerpo de Jeff se apagan, puede ver parte de la espalda de este a través de un gran agujero que el fuego ha hecho en su sudadera. Entonces lo ve, carne quemada al rojo vivo, abrasada.

Siempre en mi memoria (Liu, Jeff y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora