Capítulo 19

524 58 25
                                    

*Pov _____*

Me quedé estática sin asimilar lo que estaba ocurriendo. Los labios de Liu sobre los míos ejerciendo una suave presión. Tan solo duró un instante, fue fugaz. En cuanto Liu se separó de mí, nos miramos por una fracción de segundo, y no tardó en volver a caer desplomado sobre el sofá, perdiendo la consciencia. 

Me quedé observándolo en silencio, sin entender nada de lo que había sucedido. Mi corazón latía de forma desenfrenada. Noté como mis mejillas comenzaban a arder.

¿Qué demonios acababa de ocurrir? ¿Y por qué no conseguía calmarme? Intenté respirar con tranquilidad, pero mis latidos seguían agitados. Quería llamar a Liu y pedirle alguna explicación, pero al ver su rostro dormido y agotado, era obvio que no iba a hacer eso. Mi mirada viajó a sus labios, ligeramente separados. La imagen del beso volvía a aparecer en mi mente, no podía sacarla de la cabeza. El estómago cosquilleaba más de lo que me gustaría. 

Me levanté de la silla, comenzando a dar vueltas por la habitación. ¿Por qué me sentía así? No es como si me pudiera gustar él. Totalmente prohibido fijarme en Liu, hacerlo sería demasiado estúpido de mi parte. Sólo es confusión porque me trata bien, ¿verdad? Sí, debe de ser eso. Pero, ¿por qué mi corazón no dejaba de latir de esta manera? ¿Por qué me cosquilleaba el estómago? ¿Por qué no podía parar de reproducir ese beso en mi mente, casi como si pudiera sentir aún sus labios? Quería detener todos estos pensamientos. 

Tras dar varias vueltas, comencé poco a poco a calmarme. Tenía que tener la mente fría, a fin de cuentas mi trabajo aquí era cuidar de él sin importar qué. Volví a sentarme en la silla, su cuerpo temblaba y estaba cubierto de sudor. Hundí el trapo en la cubeta de agua, y comencé a pasarlo por su rostro primero, después por su cuerpo. Me sentía algo nerviosa ahora bajo su presencia, incluso estando él totalmente inconsciente, maldita sea. 

*Pov narrador externo*

La carretera era recorrida por una solitaria moto a altas horas de la noche, siendo conducida por un chico de cabellera azabache. Iba una velocidad considerable, aquello le hacía sentir bien por la adrenalina, que ahora mismo le hacía falta para confrontar su sentimiento de malestar a causa de que su hermano enfermara. Comenzó a divisar por fin el punto por el que entraría al bosque, bajó la velocidad un poco y se salió de la carretera adentrándose en el. Trató de aumentar la velocidad de la moto para atravesarlo y llegar lo más pronto posible a su destino. Sin embargo, la rueda delantera acabó chocando con una pequeña roca, provocando que el cuerpo de Jeff saliera disparado de la moto hacia delante. Su cuerpo voló y chocó contra un árbol.

—Mierda, eso dolió. —Maldijo aún tirado en el suelo.

Se levantó masajeando un poco su hombro adolorido por la caída. Se aproximó a la moto y la levantó. Comenzó a caminar un poco llevándola desde el manillar a su lado, en busca de un lugar donde dejarla y que se mantuviera escondida. Después de encontrar un arbusto lo suficientemente grande para cubrirla, la escondió apagándola y guardándose las llaves en un bolsillo. Agarró la bolsa con los medicamentos de Liu, y emprendió de nuevo su camino.

Se resignó a irse sin ella, aunque con el pensamiento de volver cuando pudiera a recogerla, ya que le gustaría quedársela, desde luego le fue de gran utilidad esta vez. No obstante, no era muy buena idea ir con ese tipo de moto por el terreno del bosque. A pesar de no contar con la luz que le brindaba el faro de esta, aún veía un poco gracias a la luna llena, algo que agradecía plenamente.  

Echó a correr para no perder ni un solo segundo, ya que la preocupación y el sentimiento de culpa no se marchaban. Sabía que muy probablemente el estado de Liu había ido a peor desgraciadamente. 

Siempre en mi memoria (Liu, Jeff y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora