Sekiryuutei / Supergirl: Lo mejor del mundo [DxD]

Capítulo 6: Las llamas de un dragón

Isla Themyscira

Han pasado dos meses desde que Kara tuvo que quedarse en la isla Themyscira, el hogar de las amazonas. Una isla que está oculta de la vista del mundo exterior.

Las amazonas no pueden abandonar su isla; con la excepción clara de su reina "Diana" además, cuando Diana solicita la ayuda de sus amazonas para ir al mundo exterior, ellas sin dudarlo abandonan la isla para seguir a su reina.

No siempre fue así, ya que antes de que Diana fuera la reina, su madre Hipólita había creado reglas muy estrictas que nunca debían ser quebrantadas, las cosas hubieran sido muy diferentes si es que ella no hubiera fallecido.

Yo soy Issei Hyoudou y he venido este día a la isla de Themyscira en compañía de Superman, Batman y Zez. El día de hoy se presentó como una mañana muy agradable. Pude ver como unas amazonas se encargaban de sus tareas diarias, como la pesca, la ganadería, la herrería, entre otras actividades. Otras se encargaban de la vigilancia o de entrenar con espadas o bastones.

En los últimos dos meses, Kara había sido testigo del duro entrenamiento por el que pasan las amazonas para ser las guerreras que se conocen en los mitos. Combate cuerpo a cuerpo, meditación, manejo de armas con y sin filo; además de conocer las costumbres. Solo faltaba que ella hubiera aprendido sobre la magia y podría ser casi el mismo entrenamiento que yo realicé hace tres años bajo la tutela de Zez.

¿Y cómo es que lo sabía?, porque tal y como se lo prometí a Diana, hubo ocasiones en las que yo visitaba a mi querida amiga, a parte de que tenía que asegurarme de que los anteriores Sekiryuuteis no vuelvan a influenciarme para que activase mi poder maldito.

Durante los primeros días, ella me comentó lo mucho que le disgustaba hacer esto, ya que también la desgastaba psicológicamente, sin mencionar que estaba aquí en contra de su voluntad. Para su buena fortuna ella pudo hacer una buena amiga y cuando no estaba con ella, Kara estaba con esa nueva amiga.

Me hubiera gustado quedarme todo el tiempo en la isla Themyscira para poder estar con Kara y el resto de las mujeres de esta isla, ya que era un paraíso para cualquier joven hombre soltero como yo. Pero no podía darme ese lujo, ya que Nueva York necesita del Sekiryuutei y no podía decirles a mis padres "Mamá, papá me voy a ir a la isla de las amazonas así que no me esperen despiertos, por cierto, soy el Emperador Dragón Rojo, Seki y estoy en la Liga de la Justicia".

La relación de Kara con su primo se había vuelto tensa desde la noche en que yo casi pierdo el control, debido a que él no hizo nada para defenderla lo que me convirtió a mí en la única persona de la Liga en quien tiene absoluta confianza. Hubo momentos donde intenté ayudar a que volvieran a llevarse bien, pero eso la molestaba así que dejé de intentarlo. Pero sabía que en el fondo a ella le seguía importando ya que, a fin de cuentas, ellos eran primos, familia.

Justo en estos momentos, todas las amazonas, la trinidad, Zez y yo, nos reunimos en el coliseo donde Kara iba a tener un duelo con alguien que era conocida por ser una de las mejores guerreras del ejército de las amazonas, Artemisa. Una guerrera tonificada, de cabello pelirrojo, usaba un atuendo rojo con una hombrera izquierda de oro, en su mano derecha empuñaba una enorme espada. Kara por otra parte, usaba un atuendo blanco con hombreras de oro y su espada era más fina y pequeña que la de Artemisa.

Zez y yo nos sentamos en las gradas, distanciados de Superman y Batman. Luego de lo que pasó hace dos meses y entender que su ataque a mi persona fue por mi bien, no hubo rencores entre él y yo y seguimos siendo amigos, siendo sincero, me alegra que él me haya detenido de esa manera o quizá no estaría vivo, sano y salvo para ver a mi querida amiga kryptoniana.

— Esto será divertido, ¿Quién crees que ganará?

Le pregunté a Zez apoyando mis codos en las gradas.