Capítulo 7: Bienvenidos a Apokolips

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Apokolips

- Suéltame, tú bruja... ¡suéltame!

Kara gritó mientras era atada.

- ¡Cállate! ¿Ves?, Abuelita te tiene preparado el cuarto. No te preocupes chiquilla, no estarás sola mucho tiempo. Disfruta el alojamiento, pequeña.

Dijo la Abuela Bondad y Kara fue arrojada a una celda por ella.

Llevaba un collar en su cuello que bloqueaba sus habilidades. Una vez que cerraron su celda, ella se empezó a asustar con todo lo que veía.

Lo que sintió no tiene descripción, no era nada bueno y de entre las sombras, apareció el gobernante de Apokolips.

- Ahora estás indefensa. Pronto verás el temor en los ojos de los hombres. Como capitana de mis Furias, tu fama se extenderá por todo el universo. Los más feroces guerreros huirán en tu presencia, ejércitos caerán de rodillas, también naciones al oír tu nombre. Conocerás un poder que nunca habrías conocido en la Tierra. Nunca estarás perdida... porque estarás al lado de Darkseid.

Kara sintió el verdadero terror mientras retrocedía hasta chocarse contra un muro y él se le acercó dando comienzo a su lavado de cerebro.

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Ubicación desconocida

Batman, Superman, Diana, Zez y yo Issei Hyoudou, tomamos la jabalina que estaba estacionada en Themyscira. Diana se encargó de pilotarla para conducirnos hacia una ubicación donde según sus palabras, encontraríamos una aliada clave que nos ayudaría a ir directo a Apokolips.

Ella aterrizó la nave en un barrio privado, en medio de la calle a la vista de varias personas que hacían actividades del día a día, como ir al trabajo, dar paseos, regar las plantas, algunos niños jugaban en la cera y otros jugaban básquet en el centro del barrio, entre otras cosas.

El primero en bajar de la jabalina fue Batman, aunque no vi el momento en que salió, los siguientes fueron Superman y Diana, seguidos por Zez y yo.

Superman tocó la puerta de una de las casas y quien nos recibió fue una mujer extremadamente hermosa, de piel bronceada, cabello castaño y ojos marrones, llevaba solamente una toalla roja en su cuerpo y otra sobre su cabello. ¡Sus pechos eran de un muy buen tamaño y sobresalieron en la toalla!

No pude dejar de mirarlos con extrema fascinación estando detrás de Superman solo por seguridad.

- Cuando dije que me visitaras cuando quisieras, no era esto a lo que me imaginaba.

Dijo la mujer viendo a Diana.

- Hola Barda.

Diana la saludó.

- Diana. No dejaste un avión invisible en la..., ah olvídalo.

Barda se dio cuenta de la jabalina estacionada en medio de la calle acaparando bastante atención.

- Tenemos que hablar.

Le dijo Superman entrando a su casa sin pedir permiso, seguido por Diana y Zez.

Yo me quedé viendo un poco más a Barda con una sonrisa algo sonrojada.

- ¿Puedo vestirme primero?

Preguntó algo molesta por la manera en que los tres entraron y luego ella volteo la mirada hacia mí con una ceja levantada.

- ¿Esperas una invitación, guapo?

¡...............!

- Sí... ¡Sí! ¡Gracias por dejarme entrar!

¡Y muchas gracias por solamente usar una toalla!

Sekiryuutei / Supergirl: Lo mejor del mundo [DxD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora