Capítulo 10: La monja solitaria

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Lugar del antiguo edificio, en la javeline

— El Sacred Gear que describieron se llama Twilight Healing.

Dijo Zez una vez terminó de trabajar en el mantenimiento de su vehículo, saliendo debajo de este.

Kara y yo habíamos regresado a la javeline para hablarle sobre Asia Argento, también le trajimos un Smoothie, la bebida que tanto le encanta.

— Es conocido como la sonrisa de la madre Santa, tiene la capacidad de curar cualquier herida, pero no posee la capacidad de regenerar extremidades amputadas, reducir el agotamiento o curar enfermedades.

Zez siguió explicándole dándole un profundo sorbo a su bebida. Fue ahí cuando me di cuenta de que había un corte de espada en su brazo derecho.

— ¿Qué te sucedió? ¿Te lastimaste al jugar con tu auto?

Kara preguntó con una sonrisa divertida y Zez negó con la cabeza.

— Me encontré con un sacerdote psicópata de cara pálida, bajé la guardia porque no pareció una gran amenaza, me equivoqué, su locura fue peligrosa y recibí este corte.

Kara y yo vimos bastante extraños a Zez por lo que nos contó.

— ¿Un sacerdote? Pero si tú no eres un demonio.

Dije sin poder unir los hilos.

— Su espada es demoníaca.

Kara me recordó.

— Oh... eso tiene más sentido. ¿Y qué pasó con él?

— Huyó de mí cuando me puse serio, le dio miedo ver de lo que podía ser capaz con Gram.

Dijo sin mucha importancia, luego miró a Kara frunciendo el ceño.

— ¿Qué sucede?

A mí también me dio curiosidad y volteé la mirada hacia ella.

— Me preocupa lo que pueda pasarle a Asia si ese sacerdote psicópata se acerca a ella.

Sí..., ahora que lo pienso, también me preocupa. Además, ella no conoce a nadie, a excepción de Kara y de mí.

— Entonces está decidido, mañana buscaremos a Asia, veremos como se siente y si está en problemas, la llevaremos con nosotros.

Kara y Zez me miraron raros cuando dije eso.

— Ise, no vamos a secuestrarla de la manera en que la trinidad me secuestró a mí.

Kara insistió de brazos cruzados y rápidamente hice un ademán de negación por su mala interpretación.

— No será secuestro si ella acepta de buena gana.

Le aseguré.

Zez se llevó una de sus manos hacia su mentón bastante pensativo.

— Se me hace muy raro que una monja con ese Sacred Gear sea traída a un territorio que claramente tiene una mayor posesión por parte de los demonios.

La observación que hizo fue bastante buena, a Kara y a mí nunca se nos pasó por la mente ese detalle.

[Él tiene razón, no es normal que una chica con un Sacred Gear muy valioso esté rondando por ahí, en todo caso, la iglesia la habría mantenido a salvo en el vaticano..., probablemente esto tenga manos sucias]

Ddraig lo dijo en voz alta ya que tanto Kara como Zez lo escucharon y miraron el dorso de mi mano izquierda.

— ¿Qué quieres decir con manos sucias?

Sekiryuutei / Supergirl: Lo mejor del mundo [DxD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora