Sekiryuutei / Supergirl: Lo mejor del mundo [DxD]

Capítulo 5: Ser una chica normal

Al despedirme de Superman y su fiel mascota, yo Issei Hyoudou, me dirigí a buscar a Kara, al principio la busqué en su habitación, pero ella no se encontraba allí, entonces comencé a buscarla por otros lugares hasta que finalmente nos encontramos frente a frente en uno de los pasillos.

Ella tenía una expresión enojada mientras agachaba la cabeza, su ceño estaba fruncido, mantenía sus brazos cruzados y parecía que estaba por golpear a cualquiera que esté cerca de ella.

— ¿Todo bien en casa?

Pregunté de manera casual y ella levantó la mirada permitiendo soltar un suspiro que había estado conteniendo.

— ¡No! Ese... hombre vestido de murciélago me está volviendo loca, sigue sin creerme y no para de acosarme. ¡Me dan ganas de pegarle un rodillazo en su espalda!

¡!

Sus comentarios hostiles hacia Batman me hicieron sentir algo nervioso. Al terminar de hablar, Kara bajó el brazo izquierdo y luego lo tomó con su mano derecha, parecía más melancólica que enfadada.

— Oye, en su defensa... él creció en Gotham City, uno de los peores lugares de este planeta para salir de noche con mamá y papá. Él puede ser algo desconfiado de los extraños... pero con el tiempo te agarrará cariño de alguna manera.

En respuesta a lo que dije, Kara solo se enfureció más.

— ¡Él dijo que yo podía lastimar a Kal! ¡Mi propio primo! ¡Mi única familia!

Kara exclamó incrédulamente entre gritos manteniendo ahora ambos brazos extendidos y los puños muy apretados.

—... Sí... bueno... es Batman... seguramente él ni confía en su propia sombra así que no te lo tomes como algo personal.

Al decir eso, señalé mi pecho con mi pulgar derecho.

— Quizá él no confíe en ti, pero te prometo que yo sí confío en ti.

— ¿De verdad?

Me preguntó sorprendida, viéndome directo a los ojos estando un poco más tranquila.

— Al igual que tú, yo tuve problemas para controlar mis poderes y cometí algún que otro accidente al no controlar mi aura. Yo sé que tú no lastimarías a tu primo a menos... que él se lo busque por ser tan "sobreprotector" digo, ahí es entendible, pero si tuvieras que usar tus poderes sería para hacer lo correcto ya que eres una muy buena persona. Y en cuanto a tus recuerdos, todo lo que puedo decir es que tienes mi apoyo y si tienes dudas puedes contar conmigo, nunca le daría la espalda a una amiga muy querida.

La amargura que había en su rostro cambió a una sonrisa alegre.

— Gracias Ise, Issei quiero decir.

Se corrigió rápidamente haciendo un ademan de disculpa, aunque no me molestó que me llamara así.

— No hay problema, puedes llamarme Ise si gustas, eso demuestra la confianza que tenemos entre nosotros, ¿no crees?

Kara se juntó las manos asintiendo varias veces con la cabeza.

— Por cierto, hablé con tu primo para ver si me permitía llevarte a conocer Metrópolis y Nueva York, ambas ciudades están muy cerca una de la otra así que no hay problema.

Los ojos de Kara se abrieron bastante cuando le dije eso y ella saltó un poco de la emoción.

— ¿Lo dices en serio? Eso sería genial.

Me respondió muy emocionada.

— Claro que sí, ya llevas mucho tiempo en la Fortaleza de la Soledad, necesitas conocer cómo es el mundo donde vas a vivir, así que vamos.