Capítulo 47

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Visitar a mis padres fue reconfortante, mi madre se veía mal y su rostro reflejaba culpabilidad cada vez que nos mirábamos. Mi padre estaba avergonzado por lo sucedido, no teniendo otra opción más que acceder a que Emir comprara todo para poder tener con que seguir viviendo.

Mi padre acariciaba mi cabeza mientras yo descansaba mi cuerpo sobre su regazo, estar en mi hogar me hacía sentir tranquila y en paz, el único lugar donde me podía sentir segura. Ebsane el ama de llaves, me contaba las últimas noticias que pasaban por estas paredes de cristial.

—Señora Aysel, su hermano continúa viendo a la señorita Zeynep— susurró —No hace mucho la he visto saliendo a escondidas de la habitación de su hermano— se ruborizo

—No me digas eso— Resople —hablaré con Ozan, sé que ya no es un niño pero ya ha habido suficientes problemas

—Por favor señora, no diga que fui yo...

—Estate sin cuidado— le sonreí

—Por cierto, quien ha venido a buscar a su esposo fue la señora Larissa Biersack—

—¿Ella? ¿Por?— dejé mi taza a un lado

—No me dijo la razón pero también le había dicho que podía buscarlo en su casa Señora Aysel o en la empresa pero nada más...

Que hacia esa tipa buscando a Emir, no es que me importe mucho pero porque buscarias al esposo de quien llamaste "enemiga"

...

Regresé a mi prisión de mármol y cristal, me recibió Zue una de las nuevas empleadas en la mansión, se llevó mi bolso y mi abrigo.

—Mi señora, el Señor Emir esta en su oficina, me dijo que en cuanto llegara usted suba a verlo

—Iré, gracias Zue— la chica se retiró y fui directo hacia la oficina

Toqué la puerta y entré..

—Querida Aysel, al fin llegas— se levantó de la silla dejando atrás los papeles que estudiaba, me sujetó de los brazos y me dio un beso en los labios

—¿Que pasa?— dije con frialdad, el me soltó y me dio una caja con un gran moño

—Ábrelo, lo vi esta tarde y lo compré— dijo con una emoción que nunca antes había visto

Extrañada quité la tapa y después de quitar el montón de papel para envolver, en el interior se encontraba un oso de peluche, era hermoso, afelpado y corpulento, me sorprendi

—¿Un osito de peluche?— pregunté extrañada, ocultando mi emoción

—Así es, será el primer juguete de nuestro bebé. Esta hecho especialmente para él o ella, es único

Mis dedos recorrieron el afelpado de lana, los hilos de oro en las costuras y la ropa tejida en perfecto orden, sin duda era un hermoso oso.

—Emir, es hermoso— sonreí

—Yo se que en menos tiempo de lo esperado estará en manos de nuestro hijo

—Yo tambien espero pronto que eso pase— Un instinto maternal me envolvió en cuanto pensé en la posibilidad de tener a mi propio bebé, mi corazón dio un vuelco literal, si tendría un bebé lo protegería con todo mi ser. Incluso aún que Emir fuera el padre, hasta de él lo protegería. Además ni siquiera me estaba creyendo mis palabras, comprendí lo que dije y mejor Cerré la boca.

Ya había pasado una semana y media desde que vi a Andy la última vez, por la noche me escabullia en la playa intentando encontrarlo pero nunca tuve éxito, solo a lo lejos se veían las luces encendidas de su casa.
...

El trato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora