El trato.

Capitulo 5.

—¿Andy?— pregunto sin dejar de mirar el camino

—Si, dime— sonrie

—Perdón por ser indiscreta pero es que no puedo dejar de observar tus tatuajes— me sentí avergonzada, él se miro los brazos

—Tienen historia..quizá ¿Quieres que te la cuente?— me observa y yo también lo ojo pero de reojo

—Si me gustaría..

—Bien pero da vuelta a la derecha y estacionate, en esa colina— me señala con el dedo y yo hago caso.

***

Subimos lo que resta de la colina, Andy abre una reja garigoleada en color blanca y entramos. Al llegar a la cima una mujer de estatura media, piel morena y cabello negro aparece sinriendonos.

—Buen día estaba muy entusiasmada de conocerte, no sabía si eras real o una leyenda— me adelantó a saludar y ella se ríe ante mi comentario.

—Latifa, ella es Aysel— Andy se pone a un lado de Latifa y ella me abraza

—Un placer conocerte Aysel— nos separamos

—El placer es mío señora Latifa.

—No seas modesta puedes hablarme de "tú". Vamos a sentarnos— mientras caminamos a su mesa de jardín, yo admiro la vista que ofrece la casa. Se puede ver toda la ciudad e incluyendo el mar y el muelle.

Comenzamos a platicar sobre con Latifa conoció a Andy

—él se me quedaba viendo con una carita tan tierna— pone los ojos como de perrito y yo digo un "Oww" —¿Tu mamá estaba embarazada de Zeynep?— se dirige a Andy

—Si, así es— responde con una sonrisa

—Era 10 de mayo entonces la madre de Andy tenía antojo de higos y eso fue lo que Andy le dió de regalo aquel día— dice entre risas

—Si, lo recuerdo muy bien

—Despues juntó un ramo de flores que corto del borde de la carretera y se me acerco dándome las con una carita muy tierna deseandome feliz de las madres— Se pone una mano en el pecho, conmovida por su recuerdo.

—Latifa es una persona muy importante para mí, se a convertido en una segunda madre— Andy me mira con sus ojos azules que emiten un brillo, yo le sonrió

—Y tu te convertiste en mi primer amigo en todo este lugar y esa puerta que abriste en mi corazón así se quedará para siempre.

Las historias que Latifa a contado sobre Andy fueron muy tiernas y lindas.

—¿Aysel?— llama Latifa

—Dime— respondo

—Tu rostro..me es muy familiar. ¿Cómo te apellidas?— entrecierra los ojos y Andy y yo compartimos miradas

—Yilmaz, Aysel Yilmaz— respondo con una sonrisa.

El rostro de Latifa se vuelve serio pero yo solo sonrió ante esto.

—Me...alegra conocerte y olvidar al eterno Riban por un rato— ahora su actitud es un poco extraña.

—Yo le conté sobre cómo nos conocimos en el autobús y un mes después te salve la vida..

—Si, una gran coincidencia— Agitó las manos en el aire

Ella niega con la cabeza con el rostro serio y el velo fruncido.

—Las coincidencias no existen en esta vida. Todo tiene una razón— Se levanta —Bien prepare un pastel de fresa y está en el refrigerador, iré por el—