El trato.

Capítulo 40

Era una estupidez lo que estaba haciendo...

Si Andy, no me quiere escuchar esta bien. Me rindo ya no voy a pelear, es inútil todo lo que yo estoy haciendo...es como si Andy adivinara cada paso que doy.

En fin, volví a casa y vi que el auto de Emir había vuelto después de un corto rato. Tal vez ya sería hora de que me quedara con él, de una vez por todas...es mi destino...ya estoy casada con él.

—¿Donde estabas?— preguntó Emir al pie de la escalera

—Salí un rato...— dije sin ganas

—No me gusta que estés sola por allá, puede haber algún loco y te puede hacer algo...

—Por algo es una playa privada, ¿no?— suspire

—Nunca está de más prevenir.

***

Durante la noche, estaba revisando en mi lap top las entregas de las nuevas pinturas que voy a necesitar para un trabajo con el gobierno. Pintaremos en los muros sin color, de la avenida "Besikyas" frente al mar en Estambul.

Las tibias manos de Emir se posaron sobre mis hombros, sus pulgares masajearon mi nuca con lentitud...

—Has estado muy tensa estos días— sus manos pasaron de mis hombros a acariciar mis brazos

—Si, el envío se retrasó

Trataba de mantener mi mirada fija en la pantalla, no tratar de observar los oscuros ojos de Emir. Sentía su deseo, sus ganas de un poco de intimidad y a este paso no creo dudar sobre entregarmele.

Rojo carmesí
Verde primavera
Azul navy

Leía una y otra vez, sin prestar atención a sus caricias.

—Vamos Aysel— susurró en mi oído —sé que tu también lo estás deseando

—Ya te lo dije...van a pasar 5 o quizá 30 años pero no me vas a volver a tocar— me levanté bruscamente de mi asiento y me fui al baño, abrí el agua caliente y me adentre en la regadera.

***