capítulo 34

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Después de despedir a Yazemin y Ozan me voy hasta dentro de la casa en dónde me topo con Larissa quien está recargado en la columna de concreto.

-Hola..- murmura

-señora Sezin- la saludo con una sonrisa

-Solo quería tomar un poco de aire, estar tanto tiempo en esa junta me agota demasiado- intensifica su sonrisa

-Si creo... que entiendo cómo se siente- digo con toda confianza

De la nada su rostro pasa de feliz a una profunda seriedad, sus ojos me fulminan al mismo tiempo que frunce rigurosamente los labios.

-Alejate de Andy...- puedo notar la rabia en su voz

Yo parpadeo varias veces para comprender lo que me acaba de decir.

-¿Per.... perdón?- digo aún anonadada

-Lo que escuchaste ¿Acaso crees que soy estúpida?- frunce las cejas como signo de enojo

-No la entiendo- prefiero hacerme la obsisa

-Ahora yo soy la mujer Andy...la única en su vida y no permitiré que te entrometas- cierra los puños

-yo no tengo nada que ver con Andy..

-mentirosa.

-¿Que?.

-Tu eres la chica de Aliaga, la chica que buscó a Andy en Aliaga- me señala con su dedo -desde el primer momento en que te vi en mi casa supe que te conocía de algún lado.

Me quedo sin palabras, Larissa es la novia de Andy desde hace 7 años. Maldición, bien hecho Aysel ya te ganaste a una enemiga.

La miró fijamente a sus paliduchas pupilas celestes que si fueran pistolas ya me habrían disparado una y otra vez.

-¿No dices nada?- ríe -¿Ya te acordaste de mí?- da un giro con elegancia sobre su eje y vuelve a quedar frente de mi.

-¿Que es lo que sabes?- pregunto

-Todo, querida Aysel...Koscouglú, todo- yo doy un respingo

-No...es...no es posible- titubeo

-como te dije aléjate de Andrew, él me ama- pone su mano sobre su pecho. -Somos socios y más temprano que tarde nos casaremos.

Busco con la mirada sobre su mano izquierda algún anillo pero no hay nada así que frunzo las comisuras de los labios en forma de una sonrisa.

-Tanto te ama que no te ha dado un anillo..- sonrió triunfante

A Larissa se le cae la cara de vergüenza y su rostro toma un ligero colo rojo. Pasos, pasos se oyen acercándose junto con murmullos.

-¿Larissa?- Andy llama

-¿Aysel?- Emir murmura con advertencia.

Al escuchar nuestros nombres ambas volteamos la cara. Me aclaro la garganta y pongo mi mejor sonrisa.

-Buenas noches señor Biersack- digo lo más alegre que puedo y me pongo a un lado de Emir.

-Buenas noches señora Koscouglú- evita mirarme

-Andy..¿Nos vamos?- la espantosa voz de Larissa martilla mis oídos

-Si- Andy se obliga a mirarnos y estrechamos su mano.

-Excelentes negocios señor Andrew- Emir tiene una extraña sonrisa y Andy luce dudoso

-Muy pronto triplicaremos ganancias- contesta Andy

-Un gusto conocerlo, hasta luego- sin más Larissa se va poniendo su abrigo.

-Con permiso- Andy se va tras ella.

Al escuchar l puerta cerrarse, Emir y yo soltamos un suspiro.

-patetico..- Emir se sienta en la sofá.

-¿Por?- pregunto.

-Biersack solo es una piedrecilla en mi camino, pronto me desare de él como si nunca hubiera existido..- su voz es ronca pero está llena de satisfacción

Mis sentidos se alertan y decido seguir la corriente a Emir.

-¿Que hizo Biersack? Para tenerte tan "feliz"- me siento a su lado en el sofá mientras pongo mis piernas sobre las suyas.

Su mano recorre con delicadeza mi pantorrilla de arriba hacia abajo y me observa con los ojos entrecerrados.

-Como él lo dijo, solo vamos a triplicar las ganancias de la empresa.

-Apuesto a que firmaron un contrato- digo con interés...

-Estas en la correcto.

-¿Sobre?

-¿Por qué tan interesada amor?- sus ojos son negros como la noche.

-Empiezo a preocuparme por la empresa es todo.- evito su mirada y me levanto del sofá.

***

La mañana es preciosa y soleada, desde mi jardín trasero puedo ver el mar con un suave oleaje, gaviotas volando en parvada por los cielos y el olor a sal me invade. El sol es tibio, la casa está en tranquilidad total sin Emir y sin molestos socios yendo de allá para acá incluyendo a Larissa con sus zapatos de tacón siempre más grandes que ella.

Almuerzo a solas en el gran comedor de cristal con vista hacia las colinas que rodean el paisaje. Mi plato de pasta a la crema con queso cheddar, camarones y brócoli es sin duda mi platillo favorito. Un platillo que mi abuela Ana siempre cocinaba muy amenudo aún que cargado con cientos de calorías, es sin duda deliciosa.

Aún tengo la duda sobre lo que Emir pudo haber hecho con Andy durante su junta hace tres semanas, ¿Qué clase de contrato habrán firmado? Y sin olvidar a Larissa y sus amenazas. Andy solo a amado a una mujer en su vida y esa soy yo, Andy lo a dicho cuando colgabamos de un teleférico pero ahora que Larissa me a mostrado su verdadera cara ya no me da tan buena espina ni siquiera los tratos que han hecho con Emir todo es tan confuso.

Ya pasó mucho tiempo y sigo sintiendo ese presentimiento, un mal presentimiento algo no cuadra y está claro.

*Andy dudando sobre un contrato.

*Larissa pisandome los talones.

*Emir y su extraño comportamiento con Zeynep.

*Ozan tan distante y... extraño.

Después de almorzar voy a mi estudio para continuar mi diseño sobre los murales que pintare frente al parque de mi antiguo vecindario.

De trabajar todo el día mi espalda duele y mis manos están acalambradas por los pinceles. Me levanto de mi silla, abro la puerta corrediza y salgo con las manos tallandome los ojos hacia el pedazo de playa virgen que hay de sobra. Mis pies descalzos se hunden en la arena ya no está caliente ni tan áspera.

La abuela Aveces decía que la arena es un exfoliante natural y que si soy buena con una lima de uñas no hay razón para pagar un pedicurista.






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