El trato.

capitulo 30

Con el ánimo por los suelos y mis ilusiones destrozadas llego a mi casa, cierro la puerta y me dedico a ir al jardín trasero para recostarme un rato en un camastro frente a la piscina.

"Lo que tengo que pasar el día de mi cumpleaños".

Sonrio ante mi deja vu, el sol está empezando a ocultarse, una brisa fresca se hace presente y muy pronto llegará el frío de la noche.

—Amar...una vez y morir mil veces— cantoneo una y otra vez la misma frase hasta las lágrimas amenazan por salir.

Ni siquiera tengo ganas de celebrar hoy, quiero quedarme apachurrada en la cama todo el tiempo de este día mientras como helado de chocolate y veo películas de románticas en la tv.

—pss— un susurro hace que mis sentidos se alarmen, mis ojos buscan el causante de eso. —Pss Aysel...— ahora es murmullo y mi vista se posa en la puerta del jardín trasero que está cubierta a los lados por altos y rebosados arbustos.

—¿Cómo llegaste aquí?— susurro y me acerco.

—Nuestras casa están conectadas por un tramo de playa y bosque— sus ojos son inquietos

—Si pero no puedes estar aquí, si Emir te ve no quiero pensar ni lo que hará.

—No te preocupes suficientemente lo conozco y las cosas no le están saliendo muy bien en el trabajo, algo que yo disfruto— sonríe triunfante

—¿Qué haces aquí?— insisto

—Te voy a dar la oportunidad de que me cuentes la verdad, solo una oportunidad y si no me iré para siempre— murmura entre dientes

—¿Que?, Pero si estás demente ya te dije que no puedo hacerlo.

—pero...

—AYSEL— volteo y Emir entra al patio trasero

—tengo que irme— Andy me sujeta del brazo.

—a las 9 en el parque justo a la entrada del teleférico— dice con rapidez

—sabes que me dan miedo las alturas— pongo cara de incredulidad

—¿AYSEL?— La voz de Emir hace que de un respingo

—Yo te esperaré ahí, será tu decisión pero ya sabes lo que pasará si no— amenaza

—Esta bien esta bien— me safo de su agarre.

Salgo de mi escondite y actuó con natural mientras camino hacia Emir. Al verme esboza una sonrisa de oreja a oreja.

—Aqui estoy— digo con temor

—feliz cumpleaños querida— alza mi mentón con sus dedos y me planta un corto beso en los labios.

—gracias Emir.

—te tengo un regalo— de su bolsillo saca una caja pequeña y me la entrega, yo quito la tapa y dejan ver unas llaves de un coche con el logo de Audi. Alzo las cejas como forma de impresión.

—¿Un coche?— Pregunto

—Vamos afuera para que puedas verlo— sonríe

Me tiende la mano y yo la tomo con temor, observo sobre mi hombro mientras soy arrastrada hacia la entrada. Andy está ahí lo a observado todo.

Hay un esplendoroso Audi A8 blanco, mi anterior coche era un A6 pero supongo que está bien. Tiene brillo y diseño impresionante, es bonito los asientos son cuero y apuesto que corre como un loco. Ok Aysel finge no estar tan emocionada, tonta.