-Sonrie querida hoy es un día muy especial- Mi padre de pone a mi lado y yo no puedo verlo a la cara
-No te hagas ilusiones, acepté para salvar a mi hermano- La voz se me va debilitando
Cuando una mujer se casa, se supone que debe ser el día más feliz de su vida a lado del hombre que ama pero yo soy una excepción. Hoy me voy a casar con Emir Koscouglu porque mis padres me vendieron a cambio de su bienestar económico y social.
La ceremonia se llevará acabo en el jardín de mi hogar, aquí en Estambul. Muchas personas de todas partes del mundo han venido a presenciar el casamiento mío y de Emir. Ante ellos todo es realidad, todo es amor y ternura pero sólo nosotros sabemos que es por conveniencia y una completa farsa ante Dios.
Ozan, mi mamá y el señor Onur están hasta el frente de las bancas que han sido acomodadas en fila de ambos lados dejando un camino de pétalos de rosas blancas. Ozan se ve triste, me mira con dolor y mi madre por fin se le a cumplido el sueño de verme casada con Emir.
Busco con la mirada alguna posibilidad de escapar pero las dulces melodias de un piano comienzan ya no tengo posibilidades así que de una buena decido acabar con esto y agarro el brazo de mi papá. Todos me miran con una sonrisa y toman fotos de mí, yo también trato de sonreir pero no puedo. Me es difícil fingir ante esta situación.
Me pierdo en los expresivos ojos negros de Emir al final del camino de rosas, él toma mi mano y nos incorporamos hacia el sacerdote para escucharlo.
Cierro los ojos y en mi mente aparecen los hermosos ojos azules de Andy, mirándome con ternura y amor aquella noche en la playa cuando nos hicimos novios
Flashback
-¿Verdad o reto?- pregunté
-Ay no es cierto- se irrita -Reto- sonrie
-¿Qué significo yo para tí?, Tiin. Corre tiempo.
-Me gustas Aysel, desde ese día en el autobús en el borraste mi tristeza en tu dibujo. Te has convertido en una persona muy importante y especial para mí.
Su brillante sonrisa ilumina mi vida y sus palabras son tan añoradas por mi corazón. Mi amor por Andy es puro y sincero.
Nuestros cabellos eran revoloteados por el viento, el mar bañaba nuestros pies y nuestro beso fue el más dulce. Mi primer beso con Andy.
Fin del flashback.
Siento que las mejillas me arden y mis ojos están húmedos. "No llores en este momento, Aysel. Habrá sospechas". Sé que la mirada de Emir está sobre mi cuerpo, limpio discimuladamente limpio las lágrimas con mis dedos y tomo aire.
-Yo, Emir. Prometo amarte y respetarte en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en la alegría y la tristeza. Cuidar de tu amor hasta el último de mis días. Acepto- Toma mi mano e introduce el anillo con delicadeza en mi dedo.
--Yo, Aysel. Prometo amarte y respetarte en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza, en la alegría y la tristeza. Cuidar de tu amor hasta el último de mis días. Acepto- Yo también introduzco el anillo en su dedo.
-LOS DECLARO, MARIDO Y MUJER. PUEDE BESAR A LA NOVIA- Dice el sacerdote.
Emir primero levanta mi rostro y yo lo miro con odio pero él suelta una risa. Con rudeza junta nuestros labios y yo le correspondo al beso.
La bulla y los aplausos se hacen presentes en el lugar. Mis padres suspiran de alivio, el señor Onur le hace una señal de aprobación hacia Emir y mi hermano está intranquilo con la culpabilidad en su rostro.
Oficialmente estoy casada con Emir Koscouglú y condenada a un infierno a su lado. ¡Dios ayúdame!.
-Felicidades hija- Mamá me da su más hipócrita abrazo -Emir me alegro mucho que ya seas parte de nuestra familia.
-Señora Banu por favor, hay que fingir con los invitados no con nosotros- Por primera vez Emir tiene razón. Si hay que fingir hay que hacerlo bien.
-Tu sabés que siempre anhelaba que tú fueras parte de la familia.
-Gracias señora Banu pero con su permiso, mi esposa y yo debemos ir a tomarnos unas fotos.
-Adiós mamá- digo antes de que Emir estrujé mi mano y me arrastre por todo el jardín hasta llegar con los fotógrafos.
-Ahora quiero que sonrías- aprieta mi cintura
-No tengo de otra, ¿O si?- suspiro
-La verdad es que no tienes opción, lo siento- besa mi mejilla.
***
Me despego un momento de Emir para ir con mi hermano que luce preocupado en la mesa.
-Hola Ozan- me siento a su lado
-Hola Aysel- dice con desgano y sin mirarlo.
-No quiero que estés triste el día de mi boda- Hago girar su rostro
-Me da vergüenza verte a los ojos porque yo soy el culpable de todo esto. Te vendieron por mi culpa- trata de no llorar
-Ozan, ambos sabemos que venderme ya estaba en los planes de mis padres mucho antes de que el trato sucediera- acaricio su cabello
-Si pero teníamos la posibilidad de cancelar el trato con Emir antes de que yo asesinará a esa chica- Susurra
-Ya no quiero que pienses eso, ahora solo relajate y respira por que ya estás lejos de todo peligro, Ozan. Por eso lo hice para salvarte por que te amo, te amo hermano mío y te protegeré de todo- Le doy en beso en la mejilla
-Perdoname aysel.- Se lanza a mis brazos y yo correspondo a su abrazo.
Emir me mira desde el otro extremo del jardín.
-No hay nada que perdonar.- Doy un último beso a su frente -En unas horas me iré a mi luna de miel y quiero que por tu salud libres tu mente de esos recuerdos y pensamientos. ¿Lo prometes?- Alzo el dedo meñique.
Él limpia sus lágrimas. Ozan es una persona muy sensible y sus emociones están muy vulnerables también debido a su enfermedad.
-lo prometo- entrelazamos los dedos meñiques. -Te amo Aysel.
-Yo te amo más.
Ozan
ESTÁS LEYENDO
El trato.
RandomÉl es de una familia de clase media, estudia su último semestre en ingeniería química. Ella es de una familia de clase alta, estudia las artes. Su amor es imposible por la diferencia de clases sociales pero se las arreglan para estar juntos. Ambos...