1 mes después
Estoy en mi estudio acompañada por mi mejor amiga Yezemin. Yo pinto unos cuadros que me han encargado para vivienda de una pareja rica de Arabia Saudi y Yazemin está en la lap tap haciendo quien sabe qué cosa ahora quizá lea en un sitio de farándula.
—Aysel...— me llama por mi nombre
—Dime— contesto haciendo el boceto de una bailarina de espaldas en el papel de mi caballete.
—Hay algo que tienes que ver...—ella se levanta del pequeño sofá de la esquina y deja el aparato sobre este.
Yo entiendo su reacción así que camino y leo la noticia que está en una página de noticias nacionales.
"Emir Koscouglú y la publicista Elayn Almercik, estuvieron muy juntos en Ankara en un viaje de negocios. ¿Habrá romance?.
Yo suspiro con decepción y cierro los ojos.
—¿Es que nunca para?— digo mientras marco el número del bastardo.
—Hola— contesta adormilado
—¿Que es lo que te sucede?, ¿Ya viste lo que dicen?— reclamo
—¿Y qué es lo dicen, amorcito?— tose
—Lo puedes ver en cualquier sitio de chismes y noticias— Explico
—¿No estarás celosa?— pregunta
—Has lo que quieras Emir mientras no arruines la imagen de la familia, preocupate por la reputación.
—Mas bien. Tú preocúpate de la reputación de la familia y yo me preocuparé por lo que me plazca. Te veo esta noche en la muelle y espero te vistas bien. Adiós mi vida— Me cuelga
—¿Que te dijo?— Yazemin se acerca
—Que le da igual lo que digan y que yo soy la que debe preocuparse— vuelvo a retomar mi dibujo
—Aparte no dudo que invite a esa arribista a la fiesta de esta noche en el velero— ella bufa con enojo
—Lo único que me preocupa es la reputación de la petrolera y nuestra familia, no él— mezclo colores en mi paleta.
Aparte de mis padres, hermano, Emir y yo, Yazemin si sabe sobre lo que pasó y nuestro espantoso trato. Ella siempre es un gran apoyo para mí y Ozan, aparte de que ella está enamorada perdidamente de mi hermano.
Deje a Yazemin en su casa y conduje hasta la mía. El semáforo está en amarillo así que acelero por que quiero llegar rápido antes que Emir. Aprieto con todas mis fuerzas el freno
—¿Acaso no ves el letrero de precaución?— pregunto bajando la ventanilla de mi auto —Yo tenía la preferencia es uno y uno. Idiota— este último lo dije por mis dentros.
—Muevete— Dice el hombre del Audi con el que casi me estrello
Vuelvo a conducir con normalidad y el mismo auto viene detrás mio, quizá solo sea una coincidencia pero no así estuvo por los 10 minutos de camina hasta que llegue a mi casa. Me detuve y uno de mis ayudantes abrió el portón y entre.
—Hola Ozan— Dije mientras despeinada su cabello.
Ozan realmente no es un inútil tiene una carrera y una maestría, solo que por su estado de salud se le es difícil de trabajar pero si el tratamiento da resultado muy pronto podrá hacerlo con normalidad.
—Hola Aysel, ¿Saldrás?— me pregunta mientras se levanta de su cama
—Si, hoy tengo la fiesta en el yate y tengo que ir a la fuerza— aprieto su mejilla
—Ve con cuidado.
—Lo haré— le doy un beso en la frente y me salgo de su cuarto para irme a arreglar.
Termino de ponerme mi vestido y me pongo mis zapatillas doradas luego agarro el celular.
Salgo de mi habitación y me dirijo a al auto.
—Buenas noches señora Aysel— ebsane me abre la puerta
—Buenas noches Ebsane, regresaré más temprano de lo que parece— le sonrió
—No se preocupe, yo aquí la espero señora. Vaya con cuidado— me da sus buenos deseos
—Gracias— le sonrió
Afuera me está esperando mi flamante Audi blanco descapotable. Me pongo el cinturón y arranco para ir al muelle.
Debo admitir que le tengo miedo a Emir, Aveces no acatar sus órdenes lo lleva a tener una conducta desenfrenada y Aveces alguien puede salir lastimado o incluso convertirse en tu peor enemigo. Lo único que quiero es llevar las cosas en paz con Emir como lo he hecho en los últimos 6 años, él dice que me ama pero más bien yo pienso que a él le gusta ser masoquista. Andy es aquien yo amo pero creo que ya perdí las esperanzas desde ese día en la refinería en donde me pidio alejarme de el para siempre.
Llego al muelle y estacionó el auto en la línea. Me bajo y le pongo seguro que mi Audi. Un aire frío hiela mis hombros así que me cubro con mi pashmina Hermes favorita.
Con cuidado desciendo del muelle a un pequeño barco que está dispuesto a llevarme al yate por que el señor Emir Koscouglú no se digno a esperarme.
—Con cuidado señora Aysel— dice el capitán del barquito y me tiende la mano para subir al yate
—muchas gracias— le sonrió cordialmente.
Camino por los pisos de madera que brillan por las elegantes luces que cuelgan de la pared, personas bailando al ritmo de la música en la cubierta del bote, mesa de aperitivos y uno que otro mesero sirviendo copas de champagne así que yo tomo una y le doy un sorbo. Emir se encuentra en una esquina del bote conversando con unos socios, prefiero haberlo visto e irme a que él me viera ahora y se acerque.
El yate se mece lentamente de un lado a otro, olas sin mucha altura se clavan en el mar haciendo que el olor a sal invada mi nariz y creando la famosa espuma. Alzo mi rostro y observo el cielo negro con muchas estrellas que brillan con mucho intensidad, luego la fabulosa vista de la ciudad de Estambul de noche es hermosa puedo ver los altos edificios, las calles atiborradas de autos pero sobre todo una gran luminosidad se hace presente en tonos amarillos, anaranjados y rojizos en un fondo negro.
Elayn y Emir se miran desde la distancia de un punto a otro con una sonrisa estúpida en sus rostros. Si Emir me ama no entiendo el por qué me engaña con su publicista. No quiero ser el hazme reír de toda Turquía por la noticia de los amantes y la esposa malvada, osea, yo.
Después de unas 2 horas, ya me harte de estar en esta aburrida fiesta en la que solo conozco a mi esposo. Su mirada se posa sobre mi y yo deslizó la suave tela de seda por mis hombros mientras camino con paso seductor hasta Emir.
—Tu belleza es indiscutible— me observa fascinado
Yo pongo mis brazos alrededor de su cuello y el pone sus mano en mi cintura. Me acerco un poco a sus labios y luego recorro su rostro hasta llegar a su oido.
—Voy a dejar esta fiesta para que puedas divertirte— le guiño un ojo.
—¿Vas a nadar?— pregunta irónico
—Te lo advierto Emir no permitiré que me humilles una vez más.
—Mensaje recibido— el quiero besarme pero apenas y rozamos los labios
—Adios...— me voy hasta la parte trasera del barco.
Voy de camino al muelle, otra vez. Sentada en el pequeño bote que me lleva hacia la orilla. Ya estamos suficientemente cerca, así que me levanto.
Recordar está parte del mar me hace sentir triste, por que Andy me salvó un día de morir ahogada en el mar.
Me balanceo en el bote
—¡Ayy!— comienzo a reír —¿Puede creer?, Yo me caí en este mismo lugar el día de mi cumpleaños.
El día en que si no fuera por Emir yo jamás abría visto de nuevo a Andy.
—Tenga cuidado— dice el hombre.
Cuando el bote acelera, hace que me resbale con la cuerda en mi tobillo y vuelva a caerme al agua.
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El trato.
RandomÉl es de una familia de clase media, estudia su último semestre en ingeniería química. Ella es de una familia de clase alta, estudia las artes. Su amor es imposible por la diferencia de clases sociales pero se las arreglan para estar juntos. Ambos...