El trato.

Capítulo 18

Ya es la hora de ir por Zeynep. Guardo mis pinceles y pinturas en el estante, tomo mi bolso y cierro el mi estudio con llave.

Conduzco hacia la universidad de Zeynep para que vayamos juntas al estilista para ayudarla con sus fotos para enviarlas a la agencia de modelos.

No puedo creerlo entonces no estoy loca, Andy si regreso. Dios estoy tan emocionada por que al fin podré verlo aún que sea de lejos como cuando quieres espiar a tu crush desde un arbusto en la escuela. Bueno no necesariamente detrás de un arbusto pero si verlo aún que se de lejitos. Aparte Zeyp dice que me ayudara para volver a intentarlo.

Cálmate Aysel... cálmate y nos amanecemos. Suspiro por las cosas tan tontas que he dicho. Andy dijo claramente que no lo volvieras a buscar por que él ya no te quiere ver ni saber de ti además yo sé que Latifa tiene razón ¿Acaso Andy se acordará de mi nombre?. Una profunda decepción se hace presente en mi pecho.

Llego a la universidad y me estacionó entonces Zeyp se sube rápidamente a mi auto. Y nos damos un beso en la mejilla como Saludo.

—Hola Zeyp— pongo las manos en el volante

—Hola Icy (Aici)— se pone el cinturón de seguridad

—¿Tienes mucho tiempo esperando?— arranco el coche

—no tiene mucho tiempo porque terminando mi clase de lengua salí inmediatamente— me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa

—Me quedó más tranquila— suspire —Iremos con mi estilista favorito— digo emocionada

—Esta de lujo Icy pero qué milagro que no preguntaste luego luego por Andy— ríe

Pongo cara triste con un puchero

—Mientras venía por ti, me puse a pensar que Andy si no me quiso ver en la refinería mucho menos ahora que ya regresó— me detengo en el alto del semáforo

—Aysel, mi hermano ya no es un obrero si no ahora es un director de Saudi Aramco— revisa su teléfono

—Podra ser un jeque pero Andy me dijo que ya no quiere verme, jamás— mi voz se quiebra

—Tú traes algo más. Anda cuéntame— acaricia mi brazo

Yo me humedezco los labios

—Voy a celebrar mi aniversario con Emir— suspiro

Ella pone cara de asombro

—Lo siento, aysel.— toma mi mano

—No importa, yo lo siento más— yo también correspondo a su agarre.

—Sabes que cuentas conmigo para todo.

—Gracias, Zeyp.

***

Llegamos al salón de belleza en donde mi estilista atiende a Zeynep haciendo un peinado en su cabello y el maquillista pone un brillo labial con un pincel delicado. Ella está fascinada por lo que están haciendo.

—Wow— se mira en el espejo —Aysel, gracias por esto— me mira

—Por nada Zeynep. Cuando te tomen las fotos mándamelas para que se las envié a un par de mis amigos— ojeo un revista

—¿De verdad harías eso?— se pone ambas manos en el pecho

Yo asiento con una sonrisa.

Mi teléfono suena con el tono de mensajes así que lo desbloqueo y tengo un mensaje de Emir que es una foto y abajo el siguiente mensaje.

"¿Desearías terminar con esta felicidad?"

Ozan y Emir están abrazados, ambos muy sonrientes porque mi hermano le ganó la carrera con los Lamborghini de Emir.

"Mensaje recibido, ya entendí. Deja de hacerme sentir peor" fue mi respuesta y dejó el celular en mi bolso.

—Aysel, ¿Que sucede?— Zeynep pone uno de sus dedos en mi mano haciendo que salga de mi trance

—Nada nada, mejor ya voy a adelantarme a pagar— tomo mi cartera y saco una de mis tarjetas de crédito.

—Yo iré de mientras al sanitario— ella me sonríe y se levanta de su asiento.

La señorita cajera desliza mi tarjeta por un costado de la terminal de cobro, teclea en los números y de esta sale un recibo el cual arranca y me lo entrega junto con mi tarjeta.

—Todo listo, señora Koscouglú— me sonríe.

—Muchas gracias— guardo mi tarjeta en mi cartera y me dedico a esperar a Zeynep cuando en eso su celular suena y en la la pantalla aparece "Andy hermano". Sin pensarlo tomo el celular y contesto mientras tapo para que no se escuche mi voz.

—Hermana— dice con alegría —¿Hola?— es su voz, esa voz tan hermosa, gruesa y profunda —¿Zeynep?, ¿Estás ahí?— yo cubro mi boca con mi mano para ahogar un sollozo —No la escucho...— dice confundido—Da vuelta a la izquierda iremos al plaza— él irá al plaza en donde se supone que conocería a Ozan 6 años atrás. Cuelga la llamada.

Dejo el teléfono en su lugar y me siento. Después de escuchar su voz estoy impresionada...casi en shock

—Ya vine— llega Zeynep con una sonrisa, ella entiende mi estado al ver otra llamada entrante de Andy.

Ella contesta e intercambia unas palabras con su hermano y después cuelga

—¿Que hiciste Aysel?— dice preocupada

***

Estoy en el estacionamiento caminando hacia mi auto, Zeynep a querido irse en el autobús para que Andy la recoja en la escuela y así no levanté sospechas pero estoy pensando en como le creerá al ver a su hermana llegando perfectamente arreglada...

—Aysel— alguien me llama por mi nombre, yo freno en seco y me volteo es Elayn

—¿Si?, Elayn— pregunto

—Quiero decir que no quiero que piense mal sobre mi por que entre su esposo y yo no hay absolutamente nada que ver que no sea una relación de trabajo.— luce preocupada y se aferra a su bonito bolso de Fendi

Elayn es una chica de la misma edad que yo 26, es alta, muy delgada que en pocas palabras es un fideo, su cabello es lacio de color castaño oscuro y cae hasta la mitad de su espalda. Viste un top negro de tirantes, una falda de lápiz color roja hasta la cintura que realza su figura y unas zapatillas negras mortalmente altas. Realmente es bonita

—Yo no veo ni escucho nada así que no tienes por qué preocuparte, Elayn— le sonrió con sarcasmo

Sigo mi camino sin esperar su respuesta, me subo a mi coche, pongo el cinturón de seguridad y arranco para irme de ese lugar.

***

Estoy en mi estimado con Yazemin, ella camina de un lado a otro con los brazos cruzados

—Andy, volvió— digo sin ánimos

—Aysel...por favor déja de deprimirte porque a mí también me afecta— se agacha a mi altura —No quiero que vayas detrás de Andy cómo un perrito faldero...

—Pero Yazemin...

—Nada Aysel, en casa tienes un esposo que te adora demasiado. ¿Acaso no te casaste con emir para protegerlos?.

—Si, lo hice— digo limpiando mis lágrimas

—Entonces...si Emir se entera de que Andy y tú tuvieron algo en el pasado. De seguro lo buscará y solo Dios sabe que es lo que le hará a ese pobre hombre— pone su mano en mi hombre

—Al único que hombre que amo es a Andy...

—Ya olvídalo Aysel, lo suyo ya fue...— suspira —mira yo sé que te duele aún pero si alguno de estos días te cruzas con él ni se te ocurra decirle lo del trato ambas sabemos que no podemos hablar con nadie de esto..

—Pero yo hablé contigo

—Es diferente, yo soy tu mejor amiga de toda la vida y yo sé que es lo que te digo. Aléjate de Andy...

—Esta bien— sollozo

Al anochecer salí de mi estudio y deje a Yazemin en su casa. Quiero ir al muelle a caminar necesito estar en un lugar tranquilo y sereno para aclarar mis dudas.