Capitulo 17.

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Cambié mi atuendo anterior por unas sandalias y un albornoz blanco corto. Empiezo a llenar la tina abriendo el agua caliente.

Me detengo abruptamente al ver a Emir sentado a la orilla de la cama observandome con sus ojos de un color negro profundo.

—¿Que es lo que te sucedido?— Pregunta con voz gruesa

—No se de qué te preocupas Emir— contesto mientras reviso los aceites esenciales...

—Te recuerdo que eres mi esposa y por lo tanto me preocupa lo que te suceda— se levanta y se cruza de brazos ahora su altura predomina —¿leere en la mañana que te caiste en el mar?— una sonrisa se forma en las comisuras de sus labios

—Solo me resbalé— digo y deslizo la puerta de cristal pero Emir con un movimiento ágil de interpone y con su mano detiene el movimiento.

—¿no trataste de suicidarte Porque estás celosa?, Mi amor. Ya que en ese caso yo sería inocente— Dice con soberbia

Yo pongo los ojos en blanco y me alejo de la puerta con los brazos cruzados e irritada al escuchar la manera que dice esas palabras con seguridad y soberbia.

—lo que quieras decir hazlo rápido por que quiero bañarme y dormirme— cierro la llave del agua.

Emir me hace girar cuando me toma fuertemente del brazo, yo lo miro con el ceño fruncido.

—Dime el por que me odias tanto, Aysel— está enojado —Ya han pasado 6 seis años.

—Lo se— suspiro.

—Entonces, ya te he esperado mucho tiempo y estoy esperando a que me ames— toma mi mentón y lo acerca a su rostro

—Emir, ya me casé contigo y acepte ser tu esposa ahora es mejor que te conformes con eso.— forcejeo su agarre —Sueltame..— gruño

—Y yo acepté ser tu esposo— afloja su agarre — entiende que estoy loco por ti— ahora me toma de la cintura e intenta besarme.

—Emir, ¡Suéltame!— lo empujo

—Te quería para mí por que tu eres mía Aysel y cuando ví la oportunidad tuve que aprovecharla, pero yo no te forze a hacerlo.

—tu amenazaste con destruir a mi hermano. Y me obligaste

— Corrección. Tus padres te obligaron a hacer esto querida, por que no querían que su amado hijo fuera a la cárcel ni perder su dichosa petrolera así que te sacrificaron a ti, te vendieron cual perro y yo te compre— Dice con rabia

Le doy una bofetada.

—¡Desgracido¡— grito —fuera de aqui, largo— empujo su pesado cuerpo hacia afuera del baño pero él vuelve a detenerse

—¡Yo no he cambiado, yo te sigo amando con locura en cambio tú fuiste la que cambió todo cuando ansiabas ya casarte conmigo no importa tus razones de tu decisión tan repentina!— él me fulmina con su mirada.

—Idiota— golpeó su pecho y salgo del baño

—Ahora si quieres acabamos con todo esto— entierra sus dedos en mi brazo —Ozan puede confesar su crimen y tus padres sufren perdiendo su petrolera y con eso toda tu familia se va a la quiebra sin mencionar que la reputación será pésima. ¿Quieres eso?— aprieta mucho más mi brazo —¡Contesta!..

—Esta bien, Emir, está bien. Pero por favor suéltame— lloriqueo

El hace caso a mis súplicas.

—Esta bien me alegro de que seas inteligente porque vamos a hacer que nuestro matrimonio sea real.

Yo limpio mis lágrimas.

El trato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora