XIII: Sacerdote

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Para cuando Louis y los carromatos llegaron a las puertas del palacio, un grupo de ciudadanos y gente de los alrededores los esperaban. En sus rostros se pudo leer el claro enfado y la molestia por las acciones del rey.

Louis sabía que su regreso no sería objeto de celebración, pero no imaginó que casi todo el reino estuviera ante las puertas de su palacio, observando como dirigía al escuadrón que logró sobrevivir al ataque de los piratas. Pudo oír las voces a lo lejos, como murmuraban cosas sobre él y los desconocidos dentro de los carromatos. Las preguntas sobre qué había ido a buscar, que trajo o si las cosas mejorarían, resonaron en los oídos de Louis como aguas intranquilas. Quiso responderles que sí, que desde ahora todo retomaría su curso antiguo, como el que solía haber hace años atrás, antes de Denébola. Nymeria volvería a ser el esplendoroso reino por el cual cientos de aldeas y reyes lo conocieron, pero prefirió quedarse callado y contemplarlos antes de que volvieran a lanzarle piedras sobre el cuerpo.

Lord Calian dio la orden a los guardias que custodiaban las puertas para que las abrieran; el sonido de las cadenas y el polvo cuando movieron las poleas se alzó por sobre el bullicio que provenía de la gente. Todos se alejaron, pero no dejaron de mirar hacia dentro de las puertas, hacia el palacio. Hubo una vez en que las puertas siempre estuvieron abiertas para ellos, pero después de que la reina Agatha muriera, estas se cerraron para que nadie estuviera en peligro en manos de Louis. El palacio por el cual toda la familia real había pasado no cambió nada durante su ausencia, continuaba con las paredes de la tonalidad de la leche, blanca, con los techos grises y oscuros. Louis apretó levemente las piernas sobre la montura y el caballo que montaba volvió a andar. Iba en medio de Kamari y otros soldados para no correr peligro, sin embargo, no podía mentirse a sí mismo, si la gente que estaba ahí decidía atacarlo, estaba seguro de que ganarían.

Apretó las manos alrededor de las riendas y se mantuvo tranquilo, oliendo el aroma familiar de los naranjos, nísperos e higueras que apenas florecían en el gran jardín. Sintió la mirada de Kamari en él, que no se apartó en todo el camino hacia el palacio. Louis sabía porque lo miraba, quería que actuara y castigara al chico que le escupió, a Harry, pero... sería una estupidez. Sabía que él solo se estaba expresando, dejando ir toda la rabia acumulada, tal como él hacia cuando algo le sobrepasaba.

Avanzaron por el amplio camino de piedra del palacio, pasando por el pequeño puente y rodeando los arbustos que decoraban el jardín hasta llegar a las escaleras que los conducirían a las puertas. Louis detuvo su caballo lentamente cuando vio a Niall en el umbral con los brazos cruzados y una mirada que solo expresaba enfado y decepción. Lo conocía tan bien, que podía apostar a que no durmió durante su ausencia por pensar en las formas que tenía para castigarlo. Escuchó a lo lejos como las puertas del palacio se cerraban y con ello, el bullicio de la ciudad desapareció. Louis bajó del caballo en un movimiento ágil y avanzó hacia las escaleras desprendiendo una elLouiscia mortal. A su espalda Lord Calian le siguió junto a Kamari, la elfa no apartó su mirada verde de los hombros del rey, respirando agitadamente.

Niall no cambió de expresión cuando Louis se acercó, y él tampoco hizo el esfuerzo por entablar una conversación. Solo alzó el mentón y entrelazó las manos tras su espalda, esperando a que su amigo, su sacerdote, hiciera algo.

—Me alegra saber que ha regresado con vida, majestad. Que su viaje ha sido... un éxito.

Louis esbozó una pequeña sonrisa, pero esta se esfumó cuando recordó los malos momentos con el omega, precisamente el de hace una hora. Probablemente sería un recuerdo que no podría sacarse de encima por mucho tiempo.

—Fue un viaje más largo de lo que esperaba, pero sí, Niall, fue todo un éxito.

—Entonces has traído a Denébola —dijo él, en un tono de voz más bajo. Louis miró los tatuajes de Niall, sus ojos azules y desvió la mirada. Por alguna razón que desconocía, se sintió avergonzado. Niall no sabía nada sobre lo que en verdad había capturado —. ¿Louis?

The king's touch (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora