LVII: Justicia

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Louis dio un paso atrás, mirando directamente a Harry que permanecía a su lado, con los ojos abiertos ante aquel salvaje mensaje por parte de Viggo.

Niall se lo había advertido.

Y la visión fue exactamente como su sacerdote se la contó.

De no haber sido por Darko, esta guerra no habría ocurrido, pero él asesinó a Lowell y los guerreros de Bridim atacarían en venganza.

Llevó una de sus temblorosas manos a su boca y regresó la atención al hombre herido. A todos sus hombres heridos. De ser otros tiempos una decisión como la que empezaba a formular en su cabeza habría sido impensable, tal vez se habría rendido, pero en sus manos ya no existían objetos mundanos por los cuales vivir, en ellas ahora habitaban corazones, almas, amigos y Harry.

Un plan se formuló en su cabeza con rapidez, algo siniestro que a Harry no le gustaría para nada. Miró a sus hombres, sus guardias que defendieron el palacio con tanto honor. Debía vengarlos en el proceso, proteger este reino que ahora era suyo y de nadie más, aunque al final la victoria fuera para otros.

—Darko —Llamó, pasando por un lado de Harry con total frialdad.

El alfa no le caía para nada bien, pero defendía a sus amigos y a los inocentes con justicia y valor. Confiaba en el para esta tarea. El alfa se cruzó de brazos frente a Louis, sin pizca de alegría.

—¿Si?

—Cuida a Harry y Ivory en la cúpula por mi —comenzó a decir, viendo de soslayo como Harry fruncía el ceño y se acercaba a dos zancadas, atónito de esa orden —. Nadie entrará ahí.

—¡No! —Harry se puso frente a Louis, sus ojos llenos de pánico —. Que pretendes.

—Salvar lo más preciado que tengo.

Harry dejó de respirar por unos segundos cuando la voz del rey sonó tan ronca y gélida, que se asemejó a un trozo de hielo que le erizó la piel. El mundo irremediablemente le dio vueltas, mientras intentaba a su vez pensar en que demonios fue lo que Niall vio para que Louis dijera esas palabras.

—Louis...

—Si tu padre quiere guerra, la tendrá. Mis hombres no tienen nada que ver en esto y salieron heridos. Hablaré con él, pero si se vuelve a negar, atacaré.

—Llévame contigo, si ve que estoy a salvo...

—No. —Muy pocas veces le disgustaba responder de manera negativa a las peticiones de Harry, pero su vida corría peligro ahora, aunque él no lo viera así —. Te quedas aquí.

Como si fuera una puñalada, Harry llevó una mano a su pecho y exclamó:

—¡Soy un guerrero!

—¡Todavía no lo eres! —masculló Louis, dando un paso hacia él. Harry retrocedió dos, negando para sí ante la cruda verdad y el trato que su alfa le daba —. Todavía debes aprender.

—Sé que esto es horrible, pero no me hables así. —El rey pasó una mano por su cabello, frustrado. —. Sé que me falta aprender, pero...

—Harry, escúchame —Darko se alejó, buscando a Ivory para cumplir con la orden de Louis a regañadientes. Louis se inclinó hacia él, sin apartar su mirada de sus verdosos ojos, iguales a los bosques de su reino —. No puedo permitir que vuelvas a salir herido. El conde Cadoc buscará venganza por su hijo y un pago por sus hombres. No sé cómo será en tu aldea, pero puede ser que él te tome como su siguiente esposo como venganza. Y no estoy dispuesto a que eso ocurra.

Porque sí, uno de los finales en las visiones de Niall era esa. Harry siendo el esposo de Cadoc.

—Viggo no dejaría que él se casara conmigo.

The king's touch (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora