L II. Príncipe Parte 2.

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_Hace veintitrés años atrás..._



Inglaterra.


Palacio Real.


Él Príncipe camina por un largo pasillo a pasó rápido, su expresión es de enojo, celos y mucha impotencia. 

Con sus manos seca sus ojos que están cubiertos por lagrimas y se encuentran un poco enrojecidos y sin más los talla con sus dedos para evitar que alguien lo mire en ese estado.

Mientras caminaba con su mente divagando en aquel suceso que lo acaba de marcar y romper en fragmentos y el cuál es su motivo por el que está de esta forma. No escucha que tras su espalda una vos femenina, le llama con clara desesperación.

Detuvo sus pasos en seco al por fin escuchar la vos de nadie más que la mujer que desposo hace ya poco más de diez años, mujer con la cuál a compartido demasiadas cosas buenas y con la única que en verdad a sido muy feliz, hasta días atrás.

Él príncipe espera unos segundos, su entre cejo esta fruncido y sus ojos plateados están llenos de celos, odio y mucho dolor, tanto así que a intentado evadir por días a su mujer... Pero sobre todo a su "Familia Real", personas que ya saben lo que paso entre su padre, Jine y él.

Saber que ahora es parte de la comidilla de las personas que dicen ser educadas y que hablen pestes de su persona, hace que su enojo se incremente.

Jine, la joven esposa del Príncipe corrió con todas sus fuerzas para alcanzar al padre de su hijo.

El saber que al hombre que se entrego en cuerpo y alma, la desprecia... Le duele mucho.

Sus ojos también están llorosos pero a diferencia del Príncipe, Jine debe mantenerse en calma y fuerte para cuidar a su hijo Son Goku, él cuál sabe que también la esta pasando muy mal, en especial porque toda la familia de su esposo lo señala a ella y a su hijo. Le duele ver como antes todos deseaban ser parte de la vida de su hijo, ahora todos lo desprecian y mal tratan por un rumor que no era verdad pero él cuál el Rey se encargo de hacer creer que es verdad, lo peor es que la tachan a ella de mala y de mujerzuela, sin saber como en verdad estuvieron las cosas.

Lo peor es que su esposo no le cree nada.


Jin - ¡Bardack! - le grita con vos de desesperación - ¡Espera! Por favor... - pide en suplica.

Bard - ¡Por favor! - le grita de espaldas con su vos molesta y dolido - Me lo pide la mujer... - hace una pausa al recordar aquella escena. Apretó con fuerzas sus ojos, recordarlo solo hace que su enojo se incremente - A la que le entregue todo... - dice conteniéndose las enormes ganas de gritarle - Y ver qué... - pauso y sin poder más suelta lo que cargaba y sentía en su interior - Me case con una cualqui... - se gira y la ve. Solo con verla su corazón se niega a creer que la joven que lo cativo con su noble y dulce corazón lo halla traicionado de esa forma tan horrible. No pudo terminar a cusa de ella.

Jin - ¡No te atrevas! - alza su voz y expresa su claro dolor en su rostro. Puede soportar que la familia de su esposo la señale pero que lo haga él, no - Si tan solo me escucharas... - le dice más suave. Puede ver el odio con la que la mira.

Peligrosa Tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora