V. El inicio.

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- Dos semanas después:

Sale del ascensor, los pasos que da con sus zapatos altos se escuchan en el pasillo, se detuvo al estar frente de la secretaria de su jefe. Trata de mantenerse en total tranquilidad mientras que en su interior está más que enojada.

 Trata de mantenerse en total tranquilidad mientras que en su interior está más que enojada

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— Buenos días, sabes si ya llegó — le habla, mirando a la peli azul.

La mujer frente al computador deja lo que está haciendo y le pone atención.

— Así es, está dentro — le dice.

Está por preguntar le algo más pero se fijó en el uniforme que la secretaria trae, lo cual le parece extraño.

— Había dado la orden de cambiar el uniforme de los empleados, ¿que hay del tuyo? — pregunta con algo de molestia.

Se pone en pie Xennovia y le sonrió un poco irritada ya que detesta que le llamen empleada en especial ella.

— Lo siendo pero mí jefe me a dicho que lo haga solo si es mi... deseó — le aclara con una sonrisa que de nota indiferencia.

Tal respuesta la ha molestado. Pero no dejaría que alguien como ella la sacará de sus casillas, ya tiene suficiente con su jefe, a demás ella no era nadie comparada con ella, sonríe con arrogancia y le ordena que la hiciera pasar.

...

Abre la puerta de color negro y entro.

La observa un poco ya que hace una semana él mismo mando a cambiar la decoración de la oficina, lo cual le parece algo innecesario a los ojos de Milk pero no sé involucraría en ello.

Camina unos pocos pasos hasta llegar cerca del escritorio de este, se percata que él parece estar leyendo unos documentos, lo cual le importa nada a ella, está muy enojada pero no se lo dejaría saber no precisamente a él.

Del lado de él sabe que ella está frente a él, su olor la delata, ya sabe también porque está aquí y solo recordar el porque le causa gracia. Cierra el documento y alza su mirada hacia ella, la recorre con la mirada hasta toparse con su rostro.

Su forma de mirarla le ha parecido algo extraña, como si la estuviera examinando, le a causado un leve sonrojo hasta que sintió su mirada en la suya, dejo de lado ese momento y se puso a verlo de la misma manera que él lo hace. Le pone de enojo ver su cara tan campante como siempre, sabe que el solo está jugando como lo ha hecho desde que llegó aquí.

 Le pone de enojo ver su cara tan campante como siempre, sabe que el solo está jugando como lo ha hecho desde que llegó aquí

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Peligrosa Tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora