XXXVI. Perjurío Parte 1.

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"Se me sincero, deja el orgullo atrás... hoy quiero que te quedes a dormir,

Me sobran las ganas y no me conformo,

Con que lo hagamos y te vallas como el tiempo, 

¿Acaso crees que no tengo sentimientos?

Eres un mal del cual ahora me arrepiento...

Porque solo te puedo tener por momentos...

Pero ya no puedo estar sin tí...

Ahora mi vida te pertenece..."




Att. Una joven enamorada... Milk.





Ocho años atrás...


- Narra Milk - 



Ya por fin terminaron mis clase, iba abordo de la camioneta de mi padre; el chofer de mi papá detuvo el coche en un gran edificio, era la primera vez que iba al trabajo de mi padre, y eso me genera mucha emoción puesto que el deseo de él, era que cuando yo sea mayor de edad sea su sucesora y este al frente de su constructora. Y, la verdad eso me genera un poco de presión, ya que tenía que esforzarme casi el triple con mis estudios para hacer que mi padre se sintiera muy orgulloso de mí. 


Mi padre no lo sabe pero... eso me da miedo, miedo de no llegar a ser capaz de cumplir con sus expectativas, y cada día intento esforzarme por ser la mejor en mi escuela, hasta cierto punto creo que lo eh logrado; estoy en mi noveno año, soy la presidenta de mi grupo, las más bonita, la que se lleva siempre el primer lugar en todo, mis notas son impecables y mi comportamiento en impecable, eso me dicen los maestros y personas que me rodean... pero, no lo sé... Hasta cierto punto... es cansado.


La mirada de mi padre al verme como consigo cada día nuevos triunfos se ilumina, pues él siempre me dice que así debe ser su hija, "una triunfadora", yo solo me limito ah asentir con la cabeza, no me atrevo a contradecirlo; también me dice que debo intentar ser perfecta. 


Pero eso es agotador y muy estresante, hay algo que me pasa recordando casi siempre...


"Nunca te rodees con gente... inferior, ellos no son como nosotros..."

"Tú serás una Reina, y la reina no se mezcla con los plebeyos"


Veo como me abren la puerta de la camioneta, suspiré, y el chofer me dedica una dulce sonrisa, me pide que lo acompañe hacia el interior del enorme edificación, solo me limito a agradecerle, por su amabilidad, me sentía un poco incomoda, salí con mi uniforme, una falda  de cuadros color blanco y negro, una camisa de mangas blanca de botones con una chonga en la solapa.

Peligrosa Tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora