XXX VIII. Perjurio Parte 3.

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"No soy...

Como creen...

Ni seré como quieren..."



Att. Memorias de Son...






Los guardias abren las enormes puertas de cristal a la ejecutiva del edificio, la ven con mucho respeto y perdidos en su belleza única.

Bulma suspiro al ver la enorme tormenta que se había desatado allá afuera, al frente su chofer estaba en su espera, se cubre con un gran paraguas, se acercaría más al ver acercarse a su jefa.

La bella mujer de cabello azul corto empezó avanzar hacia la salida hasta que...

V - ¡Espera! - habla un poco fuerte pero tranquilo ya que a estas horas casi no hay nadie, además es el dueño nadie diría nada por su bien.

La ve detener su andar mas no se gira para verlo, Vegeta se saca su saco y esta por entregárselo, pues el frío se hace presente y como el caballero que era no quiere que ella se enferme, ni mucho menos. A paso lento fue acercándose más y más, hasta estar escasos centímetros de Bulma, quien sigue sin moverse de como estaba.

B - Observa tras su hombro lo que su socio pretende, solo lo mira de forma despectiva - No, gracias... - dice distante y con una falsa sonrisa, no esta dispuesta a tomar su ayuda.

Y sin mas avanza pero antes de dar el primer paso su enemigo la tomo sin aviso de su ante brazo, eso le molesto un poco, no era la primera vez que aquel hace algo sin su consentimiento pero por hoy no quiere hablar más con él.

V - Mmm. Deja el orgullo... ¿quieres? - dice serio.

Esta vez se gira para perlo, emitió una sonrisa sarcástica ante lo que él le dijo. Pero al verlo a sus ojos azules, casi como los de ella solo que los de Vegeta eran más obscuros... Su forma de verla, solo le recuerda aquel desgraciado, la diferencia era que su ex era un peor sínico y traidor, ese pensamiento no hace más que molestarla.

B - Ya sabes, Ojolly. Soy tu enemiga... De modo que deja ya de buscarme - dice molesta, intenta zafarse pero le es imposible, él no sede - Ya no tengo que fingir no conocerte, ¿entiendes?

V - No me importa, te lo eh dicho antes... - intenta acercarla más a él pero aquella tampoco sede.

B - Mejor ocúpate de tu verdadera mujer y a mí déjame en ¡paz! - se soto de su agarre, alzando un poco su tono de voz, puede ver que aquel se a sorprendido por ello.

Ya tenía casi un año de haberla conocido y Bulma jamás le había levantado la voz de esa forma.

V - Es acaso ¿Qué estas celosa, mujer? - pregunta con una gran sonrisa.

Aquellas palabras hacen reír a Bulma, pues le parece absurdo.

B - Jajaja ¡Por favor! ¿Celosa, yo de ti? ¡Desagraciado! - dijo entre risa ocultando su enojo.

Y sin aguantar más la tomo y la a trajo a su cuerpo.

V - No me hables de esa forma, mujer... - dice serio y tomándola con fuerza - solo me excitas... - susurro lo último cerca de sus labios.

Peligrosa Tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora