8. Despertares y revelaciones

270 27 0
                                    










+------------------------------------------------------+

+------------------------------------------------------+

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

+------------------------------------------------------+









Llegamos al estacionamiento y nos subimos todos al Jeep de Stiles. Los tres se fueron atrás, yo de copiloto y claramente Stiles manejando.

En el camino, vi al de los lunares subir y bajar su pierna, lo cual me hizo empezar a hacer lo mismo. Por suerte, nadie dijo nada hasta que llegamos a nuestra casa. Saqué las llaves y los dejé pasar rápidamente.

Stiles cerró todos los seguros de la puerta, lo que hizo que Lydia lo mirara con una ceja alzada.

—Ha habido allanamientos últimamente.

—Es una zona peligrosa —apoyé. Nos quedamos en silencio hasta que Stiles tomó una silla para trabar la puerta.

—Y un homicidio... fue horrible —asentí, dándole la razón.

—Lydia, sígueme. Necesito hablar contigo —Jackson soltó un suspiro.

—Pueden ir a la habitación de Scott. Ni intenten pisar la mía o los mato —sonreí como una niña pequeña, y la ex pareja se alejó.

Volteé a ver a mis dos compañeros.

—¿Quieren té? —dije para romper el silencio.

—No, gracias —dijo Alison, sentándose en el sofá.

—Yo sí, te acompaño —Stiles me siguió a la cocina. Se apoyó en la mesa mientras ponía a calentar agua.

—Espero que todo salga bien —solté un suspiro y apoyé mis brazos en la mesa.

—¿Tú crees que sea Lydia? —me volteé a verlo. Estaba moviendo la pierna nuevamente mientras se mordía una uña.

—No, no creo que sea ella. Y si lo fuera, no dejaría que Derek o sus cachorritos le pusieran un dedo encima —alzó la mirada para verme. Le di una pequeña sonrisa para calmarlo. Supuse que había funcionado, pues dejó de mover la pierna.

Me di la vuelta para apagar el fogón, pero en ese instante me invadió un mareo que casi me deja en el suelo si no fuera por Stiles, que me tomó por las axilas.

—Sidney —sentí sus brazos rodear mi cuerpo y dejarme lentamente en el suelo—. Sidney, ¿me escuchas? —parpadeé varias veces enfocando la vista en Stiles frente a mí—. Estás pálida —puso su mano en mi frente. Agarró mi cabeza con cuidado y la despegó de la pared. Recogió mi cabello y revisó la herida.

—Chicos, ya están afuera. Scott no tarda en... ¡Sidney! —Allison se agachó a un lado de Stiles—. ¿Qué sucede? —me analizó con la mirada.

—Necesito el botiquín de emergencias —Allison no dudó en pararse e ir a buscarlo—. Oye, se volvió a abrir la herida —sacó la gasa que cubría mi cuello. Lo único que pude hacer fue soltar un quejido. Me sentía como fuera de mí misma. Como si estuviera en un sueño.

PRAGMA - Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora