En un remoto pueblo envuelto en misterios y leyendas, una joven llamada Sidney llega para quedarse con su primo, Scott, después de un largo viaje de intercambio. Pronto, Sidney descubre que el lugar está impregnado de una magia ancestral y oscuros s...
—El mar estaba cubierto por una densa faja de nubes negras, y la tranquila corriente que llevaba a los últimos confines de la tierra fluía sombríamente bajo el cielo cubierto. Parecía conducir al corazón de las inmensas tinieblas— alcé la vista de mi teléfono viendo a una maestra bastante joven caminar tranquilamente. —Esta es la última línea del primer libro que vamos a leer. También es el último mensaje que leerán en esta clase— sonrió. —Apaguen sus teléfonos— Hice como ordenó y saqué mi cuaderno para tomar apuntes.
Había pasado media hora en la que me había ensimismado en la lectura y había compartido algunas palabras con Allison sobre nuestros viajes. La chica se había ido a Francia y ni había avisado, lo bueno es que me había traído unos chocolates, lo cual fue gracioso porque yo también le había traído unos a ella. En realidad, le traje lo mismo a todos.
Estaba concentrada apuntando una fecha importante hasta que un golpe en la ventana me asustó. Alcé la vista y vi una mancha de sangre. Todos estaban mirando en esa dirección en silencio.
Me giré a ver a Stiles con el ceño fruncido y él volvió a verme con la misma expresión. La profesora caminó a la ventana dejando la tiza en el tablero y no fue sino cuestión de segundos para que una nube de aves comenzara a estrellarse contra el vidrio rompiéndolo. Empezaron a colarse un montón de aves y comenzaron a atacar a la gente.
Una mano me tomó por la muñeca y me jaló debajo de un escritorio. Volteé a ver a Alison que cubrió mi cabeza con sus manos.
Después de gritos, rasguños y plumas, todo se volvió silencio. Alison quitó sus brazos y me ayudó a levantarme. Vi a mi alrededor perpleja a lo que acababa de pasar.
Stiles, que cubría a Lydia, volteó a vernos asustado. Mi teléfono sonó y lo tomé algo estresada hasta que vi que era un mensaje de Melissa.
"Dile a Scott que conteste, es urgente".
—Debo irme —le avisé a Alison y antes de que pudiera interrogarme, me escabullí entre las personas para salir corriendo. Llegué al estacionamiento y recordé que no tenía auto y tendría que correr, así que eso hice.
Corrí en dirección al hospital como si mi vida dependiera de eso. Entré y me sentí como si solo hubiera caminado tres pasos. Esto de ser sobrenatural era mágico.
Caminé apuradamente por los pasillos al no ver a Melissa. Intenté tomar el ascensor, pero no estaba funcionando, así que tomé la escalera y me detuve cuando escuché fuertes golpes en el tercer piso. Me adentré en el pasillo siguiendo el sonido hasta los elevadores. Apenas se abrieron las puertas, un cuerpo salió volando y tuve que hacerme a un lado soltando un grito.
