6. Deseos perdidos

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—He visto peores —dijo Scott apenas nos bajamos del bus. Parece que Alison había hecho un buen trabajo pues ya no se veía como un fantasma.

—Estoy segura que no —dije con la vista fija en el motel frente a nosotros. El entrenador hizo sonar el silbato.

—Escuchen todos. La junta ha sido pospuesta para mañana. Este es el hotel más cercano con habitaciones disponibles y la falta de juicio para aceptar a degenerados como ustedes... excepto Ross— los chicos me miraron hartos del favoritismo. Yo solo me alcé de hombros —Irán por pareja, escojan bien —pasamos tomando las llaves.

—Entrenador ¿Puede ser una de tres? —me vio con una ceja alzada viendo a Alison y a Lydia detrás de mi.

—Por supuesto —dijo entregándome una llave con una sonrisa y se alejó. Comencé a caminar con Alison pero Lydia se había quedado quieta.

—No me gusta este lugar —dijo con la mirada aterrada.

—A mi tampoco, suelo ver muchas historias de fantasmas en los moteles —hice una mueca.

—Ni a los dueños les debe gustar este lugar. Solo es una noche chicas.

—Todo puede pasar en una noche —Alison y yo nos miramos asustadas por el tono en el que lo había dicho.

—Uh... bueno, ¿vamos? —sonreí incómoda. Las dos asintieron y caminaron detrás de mí.

Las tres fuimos a la habitación dejando nuestras cosas sobre la cama. Tendría que compartir con Lydia ya que Alison dijo que solía patear mientras duerme.

Alison decidió meterse a duchar pero no habían toallas así que Lydia salió a buscar. Yo me quedé viendo las paredes del lugar con cuidado. Se veían desgastadas y habían partes sin pintura.

No supe por qué pero me quedé varios minutos mirando un cuadro pequeño que estaba colgado en la pared. Era un ramo de flores pero por alguna razón me mataba mi curiosidad. Lo extraño fue cuando en un parpadeo, ya no estaba frente al cuadro si no frente a la puerta de una habitación.

—¿Sidney? —giré la cabeza viendo a Stiles con una barra de cereal en su mano. No dije nada —¿Estás bien? ¿Necesitas a Scott? —asentí. Stiles abrió la habitación y me dejó pasar —Huh, parece que salió. Si quieres puedes esperarlo. No sabes lo que me pasó. Fui a la máquina por algo de comer y ahí estaba Boyd. Pagó por un paquete que se trabó, quise ayudarlo, pero solo golpeó el vidrio rompiéndolo, tomó la barra y se fue —volteó a verme. Yo solo podía mirar al frente sin decir nada —Sidney ¿Qué pasa? —finalmente lo miré.

—Besé a Isaac —solté de la nada con una expresión perdida en mi rostro. Stiles frunció el ceño.

—Oh.

PRAGMA - Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora