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Hace unas horas había despertado, o minutos. En realidad ya no tenía noción del tiempo. No podía saber si habían pasado días o seguíamos en el sábado.
Por lo menos ya no estaba colgada en una reja. Cuando desperté me encontraba en el suelo atada con cadenas en las manos y estaba rodeada por las cenizas mágicas que no podía traspasar.
Mi piel estaba repleta de sangre seca y tenía quemaduras graves en varios puntos de mis brazos y pecho. Pero estaba tan agotada que no podía sentir el dolor.
—Creí que habías muerto —Piper entró por las escaleras —Solo has pasado por la primera etapa y ya no queda tiempo. Dormiste mucho así que saltaremos a la cuarta etapa —la miré confundida.
—¿Cuánto tiempo ha pasado?
—Eso no importa ahora —se acercó con una aguja en mano pero se detuvo antes de terminar de acercarse. Miré las cenizas en el suelo y reí sarcástica.
—Parece que no podrás hacer la tarea tu sola —hizo una fina línea con sus labios y volvió dejando la jeringa —¿Por qué no muestras tu verdadera forma?
—No soy un monstruo, no como tú —se fue cerrando la puerta con fuerza.
Suspiré pesadamente y me acomodé viendo la pared invisible. Alcé la mano con cuidado y la acerqué hasta que me repeló.
Me levanté con dificultad sintiendo un peso enorme en mi cuerpo hasta que pude estar en mis dos pies. Me quedé quieta recordando a los Onis rompiendo la barrera en sus puntos débiles. El problema es que la débil ahora era yo.
La puerta se abrió y pude ver al hombre bajando las escaleras. No dijo nada, simplemente tomó la jeringa y entró en el círculo tomando mi brazo agresivamente para inyectar la sustancia morada oscura en mi antebrazo sin ningún cuidado. Solo hice una mueca y lo dejé terminar. Salió del círculo y la dejó sobre la mesa nuevamente saliendo de la habitación.
Miré mis brazos esperando a que algo sucediera pero no pasó nada. Alcé la vista nuevamente y me fijé en la cámara en una esquina. Observé las cadenas en mis manos y se me ocurrió usar las piernas.
Me hice para atrás y alcé la pierna sintiendo el ardor lanzando una patada a la barrera. Esa sola acción había robado un montón de energía de mi cuerpo pero no podía importarme menos. No cuando podía morir en un triste sótano.
Repetí la acción por toda la barrera, por suerte la parte menos afectada de mi cuerpo eran mis piernas así que pude usarlas mejor. Golpeé como loca desesperada hasta que una pequeña abertura me hizo sonreír. Me acerqué pasando el dedo por el hueco, y efectivamente estaba funcionando.
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PRAGMA - Stiles Stilinski
FanfictionEn un remoto pueblo envuelto en misterios y leyendas, una joven llamada Sidney llega para quedarse con su primo, Scott, después de un largo viaje de intercambio. Pronto, Sidney descubre que el lugar está impregnado de una magia ancestral y oscuros s...