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Me removí en la cama sintiendo un peso en mi pecho y cuando abrí mis ojos pude ver a Stiles aferrado a mí como una garrapata. Solté un suspiro relajando mi cuerpo y giré a ver el reloj sobre su mesa.
Eran las cinco de la mañana.
No tenía idea de que hacer pues sabía que el chico había pasado una mala noche como para hacerlo madrugar así que me decidí por cerrar los ojos otro rato hasta que sentí que se removió dándose la vuelta soltando mi cintura.
Me levanté de la cama con cuidado restregando mis ojos y me fui directo al baño a darme una ducha. En verdad parecía que ya vivía aquí.
Tardé unos diez minutos en ducharme para tomar la misma ropa de ayer y ponérmela. No fue muy gratificante notar que la blusa estaba manchada en las axilas. Salí del baño en brasier con el pantalón puesto y fui a la habitación de Stiles asegurándome que estuviera dormido para abrir su armario y buscar algo que usar. Después de unos buenos cinco minutos me decidí por su jersey que me quedaba un poco más arriba de las rodillas.
Salí de la habitación camino a la cocina para preparar algo pues no tenía nada más que hacer y estaba segura que Stiles despertaría unos cinco minutos antes de que iniciaran las clases.
Puse a fritar unos huevos y unos pancakes mientras tarareaba alguna canción que había escuchado en la radio hasta que mi teléfono sonó y tuve que limpiar mis manos con el primer trapo que encontré para ver el mensaje de Isaac en la pantalla.
¿Necesitas que te recoja?
No tranquilo, estoy donde Stiles, parece que ha tenido malos días con lo del ritual
Ok.
Fruncí mi ceño ante su cortante respuesta, pero no le di importancia y seguí en lo mío.
Ya cuando estaba preparando la comida en los platos, escuché unos pasos acercarse a la cocina. Alcé la vista viendo a Stiles bostezar mientras rascaba su nuca. Detuvo sus pasos y me miró sorprendido.
—Buenos días bello durmiente —alcé una ceja. Los labios de Stiles se abrieron y cerraron varias veces mientras su mirada pasaba inquisitivamente por todo mi cuerpo —Mi camiseta estaba manchada, espero no te moleste. Y si te molesta, no me importa, ahora desayuna —le extendí el plato. Él se tardó unos segundos en recibirlo y fuimos a comer en el comedor.
—Siento lo de anoche —dijo con voz ronca.
—No te preocupes, Scott también ha estado teniendo momentos extraños. Es como Deaton nos había advertido.
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PRAGMA - Stiles Stilinski
Hayran KurguEn un remoto pueblo envuelto en misterios y leyendas, una joven llamada Sidney llega para quedarse con su primo, Scott, después de un largo viaje de intercambio. Pronto, Sidney descubre que el lugar está impregnado de una magia ancestral y oscuros s...