10. El despertar de nuevos poderes

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—Ley de semejanza y ley de contacto —Deaton asintió.

—En Egipto las criaturas usaban la magia mayormente para curar o defender; repeliendo cualquier entidad adversa. Muy pocos la usaban para dañar a otros. Como las esfinges —giró a verme —Guardan las avenidas procesionales de los recintos sagrados más importantes.

—Si, leí que podía defender a muerte algo o alguien con mucho valor para mí.

—Así es, mayormente las Androesfinges que tienen suelen ser posesivas —Deaton sacó un libro de su estantería —La ley de semejanza refiere a la magia homeopática.

—¿La qué? —preguntó Isaac a mi lado.

—Imitativa —dijimos Lydia y yo a la vez. El mayor asintió.

—Cuando se imita la figura de algo o alguien ya sea de manera física o mental estableciendo un vínculo adecuado entre la figura y lo que lo representa, lo que se haga sobre la representación se producirá sobre la figura real.

—Entonces... ¿una figura voodoo? —ejemplificó Isaac.

—Algo así, solo que no se necesita el objeto físicamente. Solía ser usado para curar heridas profundas o hasta huesos rotos —la mano de Deaton señaló la imagen de una persona dibujando algo en el suelo —Solo debía dibujar el brazo recompuesto para que la persona en la que estuviera trabajando volviera a tener sus huesos intactos.

—Bueno esos suena sencillo —me alcé de hombros.

—Eso creerías —dijo en voz baja haciéndome fruncir el ceño —La ley de contacto solo es posible cuando hay un vínculo muy fuerte entre dos personas. Al actuar sobre una parte actúas sobre el todo. El simple hecho de entrar en contacto con alguien te permite curar hasta cierto grado.

—Por eso pudiste calmarme la vez en el cuarto del conserje —Deaton alzó una ceja ante el comentario.

—Isaac casi me ataca y solo con tocarlo pude bajar su ritmo cardiaco —sentí la mirada incrédula de Lydia a mi lado.

—Claro, como aún no tienen un vínculo tan fuerte solo has llegado a ese tipo de "curación". Si intentaras sanar una herida abierta puede que te cueste más de lo que crees —asentí —Bueno, esos son los hechizos que puedes hacer sin necesidad de objetos externos o libros. Existen una infinidad de conjuros y amuletos —Deaton cerró el libro y me lo extendió —Puedes usarlo, te será útil —lo recibí.

—Gracias Deaton, en serio. Te debo una grande —abracé el libro en mi pecho y fui a sentarme en la silla. Lydia siguió charlando con el moreno y Isaac se sentó a mi lado.

Habían pasado 16 horas y ninguno de los tres había despertado.

Habíamos salido con Piper a comprar algo de comer para los demás y cuando volvimos Deaton le habló a mi amiga sobre su trabajo en el mundo sobre natural. Ella pareció quedar encantada con la charla pues no dejaba de hacer preguntas.

PRAGMA - Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora