Épocas adelantada 2 [Anne with an e]

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- Cassie, dice tu madre que subáis y nos contéis todo – grito el francés desde el piso de arriba.

Ambos subimos y nos dirigimos a la habitación de mi madre, donde se encontraba esta tumbada en la cama y a Theo sentado a su lado.

- Hola Gilbert. Me alegro de verte – le saludo mi madre amablemente.

- Yo también me alegro de-

- Si, sí. Hola y todo eso – le corto Theo – ¿Podríais saltaros todo eso e ir al grano? Gracias

Nosotros les contamos la corta historia de lo que paso esta mañana y después Gilbert paso a contarnos él porque había vuelto con Bash y todo.

- Oh, ya que ha sucedido todo este asunto tenemos la excusa perfecta para invitaros a ti y a tu amigo a cenar en Navidad con nosotros – les invito la mayor.

- Muchas gracias Claudia, será un placer.

- Si, pero ahora le tengo que enseñar algo a Gilbert.

- ¿Es lo que yo ya se? – pregunto Theo.

- Si.

- Jo, lo quería para mí.

- Lo siento mi amor – le dije.

- ¿Mi amor? – pregunto Gilbert al cerrar la puerta de la habitación.

- Ah, es que me sale solo. Además, como es mi mejor amigo y tal – me excuse.

El no dijo nada más y le indique que subiera las escaleras hasta mi habitación. Él lo hizo y al entrar en esta se sentó en la cama mientras yo me metía en el vestidor y agarraba el traje que le había hecho para la fiesta de los Barry.

- Cierra los ojos – dije antes de salir. Cuando asome la cabeza y vi que, efectivamente, los tenía cerrados, salí y me puse frente a él exponiendo perfectamente el diseño en una percha – Ya, ábrelos – le indique emocionada.

Aparto la mano que tenía puesta sobre sus ojos y se quedó observando el conjunto.

- Es- Es – empezó a decir.

- Te lo hice para la fiesta de los Barry, no sabría si podrías ir, pero quería tenerlo por si acaso. Además, si no se lo quedaría Theo. Si no te gusta o algo dímelo, puedo hacer los retoques que quieras y bueno... tampoco estas obligado a usarlo, es decir, no sé si iras a la fiesta y... - él me interrumpió antes de terminar.

- Es perfecto, me encanta – se acero a mí y me volvió a dar un suave beso en los labios que me sorprendió un poco.

- ¿De verdad?

- Pues claro. Me tengo que ir, no estoy seguro de Bash pueda sobrevivir el solo.

Le acompañe hasta la puerta para despedirnos en esta.

Al cerrarla me apoyé en ella y sonreí como una tonta.

- Ay Dios mío, soy la novia de Gilbert Blythe – dije sin poder creérmelo del todo. En fin, hace unas semanas no me podría a ver imaginado ni la idea de que me gustara y ahora, estamos saliendo, oficialmente.

- Ay Dios mío, eres la novia de Gilbert Blythe – dijo Theo apoyándose en la puerta, a mi lado. Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me había ni enterado de que había bajado