Ep. 62 - Dominancia

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Llegué temprano a la academia y me senté junto a Matthew como siempre, hablamos un poco, me sentía tranquilo pero ansioso a la vez. Sabía que Hanbin iba a llegar en cualquier momento.

Lo vi entrar, vestido de negro, botas altas, chaqueta de jean remangada mostrando su brazo llenos de tatuajes, cadenas, pulseras y algunos pendientes colgando de sus orejas.

Me impresionaba aún lo diferentes estilos que teníamos, pero siempre lo sentí cercano por alguna razón.

Se sentó en la parte de atrás, casi en la última fila como solía hacer antes de que empezáramos a hablar, me extrañé por aquello, ya que creí que iba a molestarme sentándose cerca de mí.

¿De verdad me va a dejar en paz?. Se supone que yo le dije eso, pero...

-Hola, chicos

-Hola Taerae, siéntate -este hizo caso sentándose al lado de Matt

-Estaba dudando en si venir o no, pero lo hice por ustedes -dijo con ironía

Empezaron a hablar entre ellos y yo decidí sacar mi libro para leer la parte que seguía, me sentí observado pero elegí creer que lo estaba imaginando.

Mientras acababa la lectura, llegué a la parte en la que el protagonista deja a su posible romance porque no era bueno para él y ahora está en la etapa en la que lo extraña mucho por todo lo que pasaron, pero se alguna manera u otra lo iba a superar.

Suspiré pesadamente, eso era lo que debería haber hecho hace tiempo, ¿por qué es tan difícil?

-Hola Hao -Yeonjun se acercó a mí, no era de esperarse que mi amigos comenzaran a susurrar con emoción, aunque hablen bajo podían escucharse en todo el salón -¿estás ocupado?

-No, ¿pasó algo?

-No, sólo quería saludarte -sonrió -te ves muy bien

-Gracias -le devolví la sonrisa

-Chicos, todos a sus asientos, ya vamos a comenzar -la profesora entró al salón y todos se colocaron en sus sillas

-Nos vemos luego -Yeonjun se despidió de mí y yo asentí

...

Enfoqué toda mi concentración en la clase, era muy fácil de entender todos los temas, quizás yo sea un prodigio de este tipo, podría desenvolverme en cualquier cosa.

Terminé de resolver los 20 ejercicios de matemáticas y le di la hoja a Taerae y Matthew para que copien. Estaba listo para continuar mi libro en donde lo dejé hasta que sentí que vibró mi celular.

 Estaba listo para continuar mi libro en donde lo dejé hasta que sentí que vibró mi celular

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Es increíble la manera en la que me saca de mis casillas. Tan insoportable. Lo odio, lo odio, lo odio.

Le iba a seguir escribiendo pero lo vi pasar por mi lado dirigiéndose a la puerta para salir del salón. Me mantuve pensando unos cinco minutos en si ir o no. Debería simplemente ignorarlo, es lo correcto, ¿verdad?.

Me levanté de mi asiento en lo que mis amigos seguían copiando y caminé rápido hasta lograr salir del aula.

¿Qué mierda estás haciendo Zhang Hao? Maldita sea. No puedo detener a mis pies, se dirigían solos al baño.

Cuando entré visualicé a Hanbin apoyado en la pared con los brazos y pies cruzados. Tragué en seco arrepintiendome de lo que acababa de hacer.

Él cerró la puerta y se acercó a mí lentamente, di unos pasos hacia atrás para evitarlo pero terminé chocando con la pared y con en delante de mí.

-Pensé que no ibas a venir -colocó su mano en la pared haciéndome sentir acorralado

-¿Hay alguien más aquí? -pregunté nervioso mirando hacia las puertas para asegurarme que ninguna esté cerrada

-Me aseguré que todos salieran para estar contigo a solas

-¿Y qué es lo que quieres?

-Estar contigo -hizo un leve puchero -vamos a aprovechar que estamos solos, ven -tomó mi mano y me jaló hacia el último cubículo cerrando la puerta

-¿Q-qué vas hacer? -sabía lo que iba a hacer pero fingí que no. Me comenzó a besar el cuello haciéndome perder la cabeza en el primer toque, siempre se va directo al cuello y yo simplemente me dejo llevar -Hanbin... alguien puede entrar...

-Entonces no hagas mucho ruido -sonrió pícaro y continuó

Se agachó a quitarme el pantalón y el bóxer y los dejó tirados a un lado. Me levantó entre sus brazos pegándome a la pared. Escupió un poco de saliva en su mano para esparcirla en su pene para después introducirlo dentro.

A veces tener sexo era como estar drogado, pierdes el conocimiento y dejas que tu cuerpo fluya al ritmo del placer, sólo quieres que estimulen la zona sin parar.

Sabía que era peligroso, que alguien pueda entrar u oírnos, pero no era la primera vez que lo hacíamos en el baño o en otros lugares donde habían altas probabilidades de que nos descubrieran, a él le gustaba la adrenalina y a mí me gustaba él.

No hay otra explicación.

Traté de no gemir tanto pero con la velocidad en la que me follaba era imposible. Le gustaba hacerme sufrir.

-Hao, ¿estás aquí? -la puerta se abrió y se escuchó fuertemente la voz de Matthew. Hanbin se detuvo y yo me estaba muriendo en el interior maldiciendo todo lo posible

-¿Encontraste a Hao? -se escuchó la voz de Taerae. Mi presión se desvanecía, lo menos que quería era que recorrieron los cubículos, espero que no se den cuenta que este está cerrado

Mientras no hagamos ruido todo iba a salir bien. Sin embargo, Hanbin no pareció entender mi seña de silencio que hice con mi dedo al tocar mis labios. Él simplemente sonrió y comenzó a follarme más rápido.

-¿Q-qué haces? -susurré mientras cerraba los ojos con fuerza -de...detente... -él me escuchaba pero no paraba. Mierda

Me tapé la boca para evitar gemir, Matthew y Taerae estaban frente al lavadero conversando y nosotros aquí de esta forma.

Maldita sea, Sung Hanbin, me haces enojar tanto.

Sentía que me iba a venir pero mis amigos no se iban así que me tuve que aguantar un rato más, pero si seguía así no iba a soportar. Hasta que por fin se fueron y solté todo en un fuerte gemido.

Después de terminar volví a todos mis sentidos acordándome de las palabras de Matthew en las que me decía que Hanbin sólo quería sexo. Quizás sea así...

-Ahora chúpalo -mencionó y yo me enojé más, así que lo empujé contra la pared

-Eres un imbécil -tomé mis dos prendas que se hallaban en el suelo y me las puse

-¿Qué te pasa? -sonrió nervioso -aún no me corro

-Pues masturbate, ya me voy -abrí la puerta alejándome de él

-¡Hao, espera!

Me lavé las manos y salí del baño volviendo al salón, en el camino pensaba en lo fácil y sumiso que puedo llegar a ser cada que a él se le antoje.

Te odio, Sung Hanbin.

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora