Ep. 43 - Cabina

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Me sentía frustrado ya que Hao me estuvo evitando durante días, ni siquiera me dejaba terminar las oraciones, simplemente se iba.

Sé que hice mal en no hacerle caso y es por eso que he tratado de pedirle perdón, fracasando en todos los intentos. En verdad estaba preocupado por él.

-Hao, espera -lo llamé antes de salir de la academia, pero él no volteó, iba a rendirme pero esta vez lo seguí -Hao, espera, dime algo, quiero saber si estás bien

-¿Bien? -por fin giró con los brazos cruzados y el ceño fruncido -¿desde cuando te importa que esté bien?

-Desde siempre -me acerqué lentamente hacia él -Hao, perdóname por el otro día, no quería que sucediera eso... yo estaba enojado, no pude...

-Por eso tienes que aprender a controlarte -interrumpió -y no dejarte llevar por el enojo porque luego tomas decisiones estúpidas

-Lo sé... -suspiré -perdóname bebé, no volverá a pasar

-Siempre dices y luego vuelves a hacer la misma mierda -me quedé en silencio y él suspiró

-Cómprame algo y lo pensaré

Yo sonreí al instante e inmediatamente fue a la tienda a comprar un jugo de fresa. Sabía que amaba la fresa, pero cuando tomó el primer sorbo, lo escupió.

-¡Qué asco!, sabe horrible, cómprame otro... y que no sea este sabor

-¿No te gusta?

-Claro que no, no tiene azúcar -miré el jugo confundido -¿qué sabor quieres?

-No, ya no quiero nada, vámonos -se dio la vuelta y caminó rápidamente, dejé el jugo en una de las mesas y corrí detrás de él

-¿Me vas a perdonar o todavía lo estás pensando? -pregunté

-No lo sé... -suspiró -aún me duelen los brazos y creo de verdad que tengo una costilla rota

-¿No fuiste al doctor?

-No

-Oh... ¿te llevo?

-No, yo quiero ir a otro lado

-¿Qué lado? -se quedó en silencio un largo rato y sólo siguió caminando con mucho misterio hasta dar la vuelta cerca de un centro comercial -¡aquí!

-¿Aquí?

-Tengo hambre, así que me vas a acompañar a comer aquí

Fuimos hasta un gran restaurante, la mesera nos trajo la carta a cada uno pero Hao se quedó viendo la suya durante minutos sin saber qué pedir.

-¿Terminaste?

-No sé qué pedir... -suspiró frunciendo los labios

La mesera había venido por tercera vez a ver si ya habíamos terminado de pedir. Yo ya tenía claro lo que quería y para no hacer esperar a nadie, pedí por Hao.

-Dos porciones de cerdo agridulce, junto con una porción grande de kimbap y una porción mediana de fideos con frijol negro y un litro de Coca Cola

-Enseguida -anotó todo en su pequeña libreta y se llevó las cartas

-Gracias -Hao se cruzó de brazos mirando hacia la ventana al lado de nosotros

-¿Sigues molesto?

-¿Tú que crees?

-Lo siento, Hao -le tomé la mano -ya no manejaré la moto, fue mi error, y... volveré a vestirme como tu quieres

-No sé si creerte -miraba la mesa fijamente

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora