Ep. 77 - Dolor

153 23 11
                                    

Ahora que la academia acabó, no sabía a qué dedicarme ni qué hacer con mi vida, pensé quizás en meterme a trabajos de medio tiempo, y quizás esa sería la mejor forma de entretenerme.

Me acerqué a un restaurante y pregunté si necesitaban ayuda en algo, creí que me dirían que no, pero rápidamente accedieron y me dijeron que necesitaban personal de limpieza.

Empecé a trabajar ahí limpiando los baños, trapeando el suelo y lavando los platos, ni siquiera ordenaba mi propia casa pero eso lo hacía con gusto por dinero.

Me pagaban semanalmente y el dinero lo trataba de ahorrar por si en algún momento me pueda servir. Para seguir evadiendo mis pensamientos, por la noche escribía en papel algunas historias ficticias que se me ocurría, no tenían sentido ya que eran muchas ideas combinadas, pero en algún momento quizás les encuentre algo en común y crear una historia completa.

También empecé a releer los primeros libros que me compré, era entretenido, estaba tan inmerso en la historia que olvidaba todo. Y cuando ya sentía sueño dejaba caer mi cuerpo sobre la cama. Eso era lo que me hacía dormir, porque si yo trataba de dormir no lo iba a lograr, tenía que tener algo con lo que cansarme y así lograr que mis ojos se cierren.

De vez en cuando me juntaba con mis amigos, pero ahora que estaba con este trabajo nos veíamos menos. Aunque sinceramente yo me negaba a sus peticiones. No creía que ir a fiestas me ayudara de nada ya que incluso eso me recordaba a él.

De repente, mientras leía uno de mis libros y copiaba algunas cosas que me llamaban la atención a otra hoja, escuché el timbre. Pensé que era Matthew que venía a rogarme para salir.

-¿Yeonjun?

-Hola, Hao... lo siento, no quise aparecer sin avisar, no quería incomodarte

-Oh, no te preocupes, sólo me sorprendió verte

-Vine a traerte comida -llevaba una bolsa la cual colocó sobre la mesa sacando un dosirak grande, kimbap, varios paquetes de ramen y botellas de diferentes bebidas -tienes que comer

-Jun... no tenías que preocuparte, yo estoy bien

-Eso no es cierto -sonrió amablemente -sé lo que sientes, créeme y es un proceso difícil, pero tampoco creas que puedes con todo solo, necesitas ayuda

-Lo sé... -suspiré pesadamente, sabía que tenía razón pero no quería admitir que necesitaba ayuda porque me hacía sentir peor

-Si necesitas hablar estaré ahí para ti

-Gracias, Jun, de verdad lo aprecio

-Cuídate, y procura no enfermarte -dio unos pasos hacia atrás abriendo la puerta y agitó su mano despidiéndose de mí

-Tu también... -susurré en un tono inaudible, creo que ni siquiera me escuchó, pero al menos lo dije

Abrí la comida y comí como nunca, hace tiempo no comía así de bien, había pasado las últimas semanas acostado en mi casa llorando y durmiendo que me olvidé por completo de mi mismo. Pero ahora trataré de mejorar y sanar, es mi objetivo.

...

-Te extraño -dije mirando las fotos que le tomaba sin que se diera cuenta

Extrañaba mucho a Hao, más de lo que nunca había extrañado a nadie. Quería verlo, abrazarlo, olerlo, tocarlo. Quería todo. Pero si él quisiera lo mismo ya me habría buscado, después de todo le dije que si se arrepentía de su decisión yo estaría disponible para él.

El silencio era abrumador, sentía un pitido en mi oído sin parar. Antes podía estar solo sin ningún problema pero desde que lo conocí me acostumbré a su presencia y por esa razón no podía estar lejos de él.

Miraba el celular esperando recibir algún mensaje o llamada, si él hubiera cortado conmigo cuando estaba molesto, no estaría tan ansioso ahora, porque sabía que igualmente íbamos a volver.

Quizás me acostumbré a eso.

De pronto recibí una llamada y tomé el celular pensando que era Hao, pero al ver que era Jiwoong mi emoción se fue en un sólo segundo y contesté desganado.

-Amigo, ¿quieres ir a una fiesta este viernes?, te hará sentir mejor

-No estoy seguro, Woong, no me siento muy bien

-Llevas días así, vamos, ven a distraerte

Suspiré con pesadez y finalmente acepté, el proceso era asfixiante y no sabía cuanto tiempo me iba a tomar eso, pero aún así traté de evitar mi dolor.

Llegué a la fiesta llena de gente, la música estaba a todo volumen, me dirigí a la barra donde estaban mis amigos, me pidieron un trago y lo tomé de golpe sintiendo el escozor en mi garganta.

-Hao no podía tomar esto sin empezar a toser... -dije sintiendo como ellos suspiraban rendidos

-¿Te traemos a una fiesta y lo único que haces es pensar en él?

-¡Ricky, basta! -lo calló -Hanbin, te vamos a dejar sólo para que puedas pensar, si nos necesitas estaremos por allá cerca, ¿sí?

El pelinegro simplemente los ignoró y siguió hundido en sus pensamientos. Cuando estos se fueron él siguió bebiendo copa tras copa hasta quedar completamente borracho y perder la noción del tiempo.

Se levantó de la barra una hora después con la intención de buscar a sus amigos, pero su mareo lo impedía caminar.

-Hola guapo, ¿viniste solo? -un chico más bajo que él se acercó de manera provocativa

Hanbin lo observó, estaba tan ebrio que su mente lo engañó y creyó ver el rostro de Hao en aquel chico.

-Te extrañé -lo abrazó repentinamente haciendo reír a aquel chico

-¿Nos conocemos?

Antes de que él pelinegro pueda responder, se terminó desmayando en medio de la pista de baile dejando preocupadas a algunas personas.

Ricky y Jiwoong se acercaron a él notando que era su amigo y de inmediato lo levantaron para llevárselo.

-Fue una mala idea traerte aquí

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora