Ep. 85 - Contrato

76 18 0
                                    

Estaba a punto de entrar a la pista de carreras cuando unos chicos me detuvieron.

-Disculpa, Hanbin, ¿nos podemos tomar una foto contigo? -yo sonreí y asentí de inmediato

Logré verlos despedirse muy felices y yo entré al autódromo, específicamente a los baños para colocarme el traje.

-¿Otra vez tarde, Bin? -escuché aquella voz detrás de mí

-No me molestes, Minhyun -suspiré

-Veo que amaneciste con el pie izquierdo, eso es bueno, significa que hoy manejarás más rápido que la vez pasada

-La vez pasada fue un mal ajuste de las llantas, pero hoy voy a ganar, como siempre, sabes que siempre gano

-Si llegas tarde siempre lo único que conseguirás es que te saquen de aquí

-El jefe no opina lo mismo, habla con él -pasé de largo golpeándolo en el hombro,

A veces era tan irritante. Yo seguía pensando que me tenía envidia, era obvio por su forma tan hipócrita de hablar.

Me coloqué los guantes escuchando como la gente empezó a gritar apenas salí. Me aseguré de preguntarle al equipo si la moto estaba lista y me dijeron que sí.

Me subí a ella observando a mis demás contrincantes. Respiré profundamente y salí disparado apenas inició la carrera, con forme avanzaba, varios corredores fueron pasando delante de mí, yo sólo dejé que creyeran que iban a ganar para que pocos minutos después logre remontarlos.

A pesar de todos sus intentos por intentar pasarme o al menos alcanzarme, fue imposible, y así, llegué a la meta final, ganando el décimo premio en lo que va del año.

-¡Hanbin!, ¡lo lograste!

-Fue muy fácil -sonreí triunfante

-Siempre tan presumido... -rió -aún así te queremos

-¡Hanbin! -el jefe se acercó hacia mí tomando del hombro para alejarme de los demás -lo hiciste increíble, mejor que la otra vez, eso quiere decir, que hoy ganas más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Hanbin! -el jefe se acercó hacia mí tomando del hombro para alejarme de los demás -lo hiciste increíble, mejor que la otra vez, eso quiere decir, que hoy ganas más

-Gracias, señor

-Unos patrocinadores me hablaron para decir si podías ser imagen de su nueva marca de motos e ir a un evento con ellos, pero tuve que posponerlo porque era el mismo día de tu entrevista en el programa deportivo

-Ya veo... no hay problema con eso

-Qué bueno que no te moleste -sonrió con amabilidad -para asegurar que nadie más les gane adelantaron la paga, así que también te la daré -sacó un sobre de sus manos y me lo dio -tienes la tarde libre, pero no vayas a ningún bar, no quiero que tengas que pedir disculpas como la vez pasada

-Está bien, señor

-Cuida tu salud, estamos en temporada de finales y necesito que estés bien para la otra temporada, eres mi mejor piloto y no quiero reemplazarte, maneja con cuidado

-No se preocupe, señor, en estos 4 años que he trabajado con usted no me ha pasado nada, es mi racha de buena suerte -él simplemente se rió como si hubiera dicho algún chiste y se despidió de mí.

Fui a los vestidores tirando mis guantes y me quité todo el traje para colocarme la ropa que solía usar. Salí del lugar subiendo a mi moto negra, me había comprado una nueva, era igual a la que tenía antes pero mejorada.

Fui a ver a mis amigos, Jiwoong y Ricky, quienes gracias a mi dejaron sus malas costumbres de fumar en medio de la calle como vagos, ahora eran roomies en un cómodo departamento y yo de vez en cuando me quedaba a dormir con ellos.

-Vimos por la televisión que ganaste, Hanbin -dijo Ricky con emoción

-Es un milagro que a pesar de ser famoso aún te acuerdes de nosotros

-No seas gracioso, Woong -sonreí dejando mi mochila a un lado -por cierto, acabo de pedir comida, seguro que si no vengo se mueren de hambre

-Es por eso que Jiwoong está aprendiendo a cocinar para darme de comer -mencionó el rubio dándole una palmada en la espalda a Woong

Yo simplemente reí y nos sentamos a esperar la comida, cuando esta llegó empezamos a comer mientras veíamos una maratón de películas el resto de la tarde hasta la noche.

Todo iba tan bien y tranquilo, hasta que me llegó un mensaje repentinamente del jefe, nunca solía escribirme a menos que sea importante, así que lo abrí.

Todo iba tan bien y tranquilo, hasta que me llegó un mensaje repentinamente del jefe, nunca solía escribirme a menos que sea importante, así que lo abrí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me despedí de mis amigos de repente dejándolos desilusionados porque la película que seguía apenas empezaba y faltaban unas cuantas más. Me disculpé por el incidente y me fui.

Hacía frío y parecía que iba a llover, así que subí a la moto colocándome el casco y aceleré lo más que pude para llegar a tiempo.

No era la primera vez que unos patrocinadores me interrumpían en medio de la noche para hacerme firmar un contrato, se esmeraban tanto en querer ganarle a los demás, ni siquiera piensan si estoy ocupado o no.

Noté que no había nadie en las calles, así que aceleré mucho más rápido de lo normal rezando que no hubiera algún policía cerca que me pueda detener. Eso de pagar multas no es lo mío.

En un cruce con otra calle, el semáforo estaba en verde y faltaba mucho para que cambiara, así que apreté más el acelerador al máximo, sin esperarme que el auto que venía en dirección contraria haya avanzado también.

La llanta delantera de mi moto chocó con el capó del auto haciéndome salir disparado por el suelo, rodé por toda la pista sintiendo como mi cuerpo golpeada el duro y frío suelo una y otra vez, hasta que de pronto, mis ojos se cerraron.

Lo último que recuerdo haber visto fue a dos hombres que salieron de una ambulancia para acercarse a mí y trataron de sacarme el casco. Desde ese instante, perdí el conocimiento por completo.

Lo único que sé, es que no llegué a firmar el contrato.

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora