Ep. 86 - Zona de confort

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Estaba en la sala de espera junto a Yeonjun esperando que el doctor salga y confirme que aquel chico estaba bien, no podía más con la culpa que me levanté y agarré una leche de chocolate en caja de la máquina dispensadora. Se supone que sería un regalo para el chico.

-¿Ustedes son familiares del paciente? -salió el doctor, pero al ver a Yeonjun dijo que podíamos pasar, él lo conocía por ser hijo del doctor Choi

-¿Quieres que yo vaya primero, o...?

-No, gracias amor, pero esto es algo que quiero hacer por mi cuenta -dije amablemente con un poco de nervios

-Está bien, pero si me necesitas para cualquier cosa, estaré cerca de la puerta

Respiré hondo y abrí la puerta, no podía más con la culpa, tanto que lo primero que hice al entrar fue pedir disculpas.

-Lo siento tanto por lo que sucedió, de verdad perdón, si pudiera hacer algo por usted.... -me quedé helado al ver a la persona sentada en la cama leyendo uno de mis libros, los cuales estaban en la mesa de noche de todas las camillas -¿Ha...Hanbin?

-Hola -dejó el libro a un lado y se detuvo a mirarme por varios segundos, sentía que no podía moverme

Después de tanto tiempo lo vi de nuevo, estaba igual que antes, incluso se veía mejor, todos los recuerdos de mi vida junto a él vino a mi mente impidiendo moverme.

-H-hola... -titubeé

-¿Trabajas aquí? -preguntó tranquilamente

-N-no... solamente vine para hablar contigo sobre el accidente... quería disculparme contigo por... atropellarte

-¿Fuiste tú? -frunció el ceño

-S-sí... venía a pedirte que por favor no me denuncies, si quieres que te pague, yo...

-¿No quieres que te denuncie? -miró hacia sus piernas -¿cómo no quieres que lo haga si gracias a ti ya no puedo caminar?

-¿Q-qué? -no podía ser posible lo que escuchaba

-No siento mis piernas... desde hace rato las intenté mover pero no puedo sentirlas...

-N-no... -un nudo en mi garganta volvieron mis ojos llorosos, no podía haber dejado a Hanbin de esa manera... -lo siento tanto...

-Amor, ¿todo bien? -Yeonjun entró a la sala quedándose igual de helado que yo al ver a Hanbin -oh...

-¿Yeonjun? -rió con un poco de ironía -esto parece una reunión de la academia, ¿quién más falta?

-Jun... creo que Hanbin no puede caminar -dijo con tristeza -él dice que no siente las piernas...

-¡¿En serio?!, llamaré al doctor -salió casi huyendo de la sala para dar aviso al hombre

-¿Amor?

-¿Qué? -pregunté confundido al oír aquello

-Te dijo amor... -bajó la mirada -después de tanto tiempo, tenía la esperanza de que ustedes dos hayan terminado

Me quedé en seco ante su comentario, entendí lo que quiso decir, pero preferí fingir que no y quedarme callado. En ese instante, Yeonjun volvió con el doctor y empezó a revisarle las piernas a Hanbin.

-Creo que empiezo a sentirlas un poco -dijo

-Trata de moverlas -ordenó y Hanbin hizo caso moviendo sus piernas sin problema dejándome más tranquilo, pero de pronto se quedó de dolor cuando trató de mover su pie derecho

-Es posible que tengas un esguince, tendremos que hacerte más exámenes en un rato -el doctor dio el listo bueno para que sigamos con él un rato, pero Yeonjun prefirió continuar con sus prácticas que había dejado un momento para estar conmigo

-Nos vemos en un rato, amor -me dio un beso en la frente y salió de la habitación

-Entonces... si puedes mover las piernas

-Claro que sí -se empezó a reír -te estaba engañando, sólo quería ver tu reacción, y fue muy adorable

-¿Qué? -me senté en la cama dándole un suave golpe justamente en una de sus piernas -¿crees que es lindo hacer eso?, estaba asustado, creí que te había arruinado la vida

-Técnicamente es como si lo hubieras hecho, anoche tenía que ir a firmar un contrato con unos patrocinadores, y ahora como falté, van a creer que fui irresponsable y no van a querer hacer más contratos conmigo

-Pero... puedes decirles que fue un accidente

-No conoces como es mi jefe... es muy buena persona, pero muy intenso a veces, él si te haría una denuncia con multa incluida

-Oh... entiendo...

-Lo único que haré es despedirse de las finales de esta temporada -suspiró con pesadez

-¿Finales?

-Soy corredor de motos

-¡Oh! -sonreí al escuchar eso -eso es maravilloso... es algo que te gustaba, me alegra que lo hayas vuelto tu trabajo...

-¿Y tú?, ¿a qué te dedicas?

-Yo... soy escritor -sonreí con timidez al mencionar aquello

-Vaya... debí suponerlo -rió -¿este libro es tuyo? -volvió a tomar el libro que estaba leyendo

-S-sí... hay un libro diferente en cada habitación, es para que los pacientes se entretengan

-Es muy entretenido, me quedé en la parte en la que el bailarín conoce al cantante, me dan ganas de seguir leyendo más

-S-sí... y eso que aún falta muchas cosas más interesantes

-¿Cuantos libros tienes?

-Seis... y ahora estoy en proceso de sacar mi séptimo libro

-Eso es bueno... -sonrió al observar aquel gran libro

Levantó la mirada y yo hice lo mismo, nos quedamos mirando fijamente por varios segundos, pero en vez de que el tiempo avanzara, parecía que se había detenido repentinamente, era como si nos pudiéramos comunicar a través de los ojos, y la corriente que sentí en mi abdomen atravesó toda mi piel hasta hacerme temblar devolviéndome a la realidad.

-Ah... ya me tengo que ir -dije rompiendo la tensión -tienes que descansar -quise abrir la puerta pero me di cuenta que aún tenía la caja de leche de chocolate en la mano -¡Hanbin!

-Dime

-Esto... es para ti -le entregué y me recibió -es chocolate, tu sabor favorito... ¿lo sigue siendo, verdad?

-Sí -asintió con una leve sonrisa -y... la fresa sigue siendo tu sabor favorito, ¿verdad?

-S-sí... lo sigue siendo -sonreí tímidamente

-Qué bueno... -bajó la mirada observando la caja -gracias por el detalle, Hao

-Nos vemos...

-Nos vemos...

Le di una leve sonrisa antes de salir de la habitación. Cerré la puerta quedándome ahí parado, mis mejillas ardían y no entendía porqué.

Pensé que me odiaría por haberlo casi matado, pero se veía muy tranquilo y no le molestó para nada mi presencia. Llevé mucho tiempo torturandome pensando que él jamás me perdonaría, pero después de todo, él lo había entendido y no me guardaba rencor.

Eso me hacía sentir mejor, y de cierta forma, me alegraba haberlo visto de nuevo. Estaba tan cambiado, pero seguía siendo el mismo de siempre. Hablar con él me hizo recordar los viejos momentos, fue como volver a donde todo comenzó.

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora