Ep. 13 - Malteada

127 28 4
                                    

2 semanas después...

—Muy bien chicos, pueden iniciar el examen —dijo el profesor volviendo a su mesa

Comencé a escribir todo lo que sabía, estaba relativamente fácil, cuando por fin acabé noté que todos estaban sufriendo con las matemáticas, incluso Hanbin, quien estaba a mi lado, no había escrito nada.

—¿No estudiaste?

—¿Lo puedes hacer por mi? —susurró

—¿Y así quieres ser tan inteligente como yo? —dije suavemente en modo de burla

—Por favor —suplicó

Cuando se ponía de esa forma se veía muy tierno así que acepté, intercambié los exámenes y comencé a resolver el suyo. Después de unos minutos lo finalicé y él sólo colocó su nombre.

—Algunas las hice mal a propósito

—¿Qué?, ¿porqué?

—Hanbin —lo miré fijamente —el profesor va a sospechar si de repente sacas 100 después de tener todas tus notas bajas durante 3 meses seguidos

—Bueno...

—Puedes agradecerme comprándome una malteada —sonreí ligeramente

—¿Crees que tengo dinero?

—Dijiste que traficas drog...

—Baja la voz —me tapó la boca con su mano, un chico que estaba a un asiento delante de nosotros se giró a vernos un poco sorprendido y de inmediato se giró de nuevo —no vuelvas a decir eso y menos aquí

—Ujum... —asentí y él me quitó la mano —¿pero si me vas a comprar una malteada?

—Jóvenes si ya terminaron su examen pueden entregarlo —mencionó el profesor y algunos se pararon mientras que la gran mayoría seguía resolviendo

—Entrega los exámenes —dijo Hanbin dándome los dos. Le devolví la mirada haciendo un puchero

—¿Lo puedes hacer tú?, es que no quiero pararme, estoy muy lejos del profesor

Él rápidamente se levantó tomando las dos hojas dirigiéndose hacia la mesa del maestro. Noté como varios se le quedaban viendo sin siquiera disimular, incluso lo seguían con la mirada. Fue en ese instante cuando una duda invadió mi cabeza.

—Los que ya entregaron su examen, pueden retirarse —mencionó el profesor

Tomé mis cosas y salí junto a Hanbin del salón, el sol ya se hacía cada vez más notorio, lo que me hizo quejarme más.

—Odio el verano —suspiré

—Yo también, me veo en la obligación de usar menos ropa y eso me incomoda

—Te verías sexy con menos ropa

—Yo siempre soy sexy con y sin ropa —reí ante su actitud presumida —¿lo quieres comprobar? —vamos a la heladería en mi moto

—Pero me da miedo subirme ahí

—Pero si ya te subiste

—Pero conduces muy rápido

—Ni modo que tenga una moto para ir a velocidad tortuga, ven, si quieres tu malteada sube

—¿No importa si es caro?

—Sube —dijo subiendo al vehículo y prendiéndolo

Quería mi malteada así que no tuve más remedio que aceptar. Como siempre, condujo a toda velocidad, a pesar que yo estuviera temblando detrás de él, no podía abrir los ojos por lo asustado que me sentía. Al llegar sentí un gran alivio, me bajé inmediatamente super feliz, estaba preparado por pedir.

—Quiero el de fresa, ese grande —mencioné —¿tu quieres uno? —giré a ver a Hanbin

—Nunca he probado eso

—¿Nunca? —me sorprendí —entonces tu primera vez será conmigo —giré para pedir una de chocolate y en eso escuché a reír a Hanbin por lo bajo

—¿Nunca? —me sorprendí —entonces tu primera vez será conmigo —giré para pedir una de chocolate y en eso escuché a reír a Hanbin por lo bajo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo vi disfrutar demasiado de la bebida aunque no dijo nada más, a veces era tan misterioso, no podía descifrar que estaba pensando. De repente, me acordé la duda que me surgió hace unas horas.

—Hanbin... ¿te puedo preguntar algo?

—Dime

—¿Prometes que no te vas a enojar?

—¿Alguna vez me he enojado contigo?

—Pues no... —dudé un poco pero al final lo hice —¿Con cuantos chicos... —me detuve, era demasiado íntimo, ¿cómo podría preguntar algo así?

—¿Me he acostado? —me miraba como si fuera algo sin importancia, al parecer así es cómo lo veía él

—Sí... en la academia, digo...

—No lo sé —le dio un gran sorbo a su malteada —nunca los he contado, pero si fueron bastantes

—Y... ¿en el salón?

—La gran mayoría —resopló —algunos querían hacerlo conmigo para experimentar, otros sólo por diversión, siempre se me insinuaban y yo les daba lo que querían... ¿porqué lo preguntas? —preguntó con curiosidad

—Ah, es que... siento que algunos me miran como si estuvieran enojados conmigo porque estamos juntos siempre

—Quizás es porque les enoja que los rechace por ti, no les hagas caso, yo les dejé bien en claro que no quiero una relación

—Ya veo... —tragué en seco

De repente el celular de Hanbin comenzó a sonar, él lo sacó de inmediato y revisó quien era. No voy a mentir que sentí celos, celos de quien sea que le estuviera llamando y de todos los del salón, quizás me sentía con inseguridad de aburrirlo si sigo negándome a ser novios de una vez.

—Hola, Hanbin —escuché la voz de la persona de la llamada —feliz cumpleaños, amigo

¿Cumpleaños?

Me detuve a mirar a Hanbin fijamente, el seguía atento a lo que le decía aquel chico, lo estaba felicitando, y sin saber el porqué, me comencé a sentir triste, ¿porqué él no me dijo que era su cumpleaños?, ¿no confía en mí lo suficiente como para contarme eso?

Cuando colgó estaba esperando que me dijera algo, pero no dijo nada, me quedé en silencio un buen rato esperando que hable primero... y nada. ¿De verdad yo soy él único que se esfuerza en esto?

Últimamente me frustra mucho esto.

Siempre le doy planes para salir, le escribo primero, lo llamo primero, yo soy quien se sienta con él, y en cada conversación tengo que decir algo para que el ambiente no se torne incómodo, y él muchas veces era muy cortante.

¿Qué hago?

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora