Ep. 49 - Ruido

117 25 20
                                    

Hao estaba histérico y no sabia como controlar eso, quería tener un espacio a solas y él había roto mi tranquilidad

-¿También tomas a mis espaldas?, ¿qué más haces?, ¿me engañas?, ¡¿también me eres infiel?!

-¿Te podrías callar?, estamos en medio de la calle

-No parece que nadie vaya a venir por aquí, escogiste el lugar adecuado para que nadie te encontrara por lo que veo -se cruzó de brazos -perfecto para que tengas sexo con quien se te antoje

-¿Cómo? -fruncí el ceño -mira, si te vas a poner así mejor vete

-Claro, ignórame de nuevo sin decirme nada, es lo mejor que sabes hacer -bufó

-No estoy para esto, no sé en qué momento te volviste así -lo evadí y seguí mi camino, pero él empezó a caminar detrás de mí

-En el momento en que empezaste a actuar como un idiota que no le importa en lo más mínimo su novio, siempre encuentras el momento exacto cuando estoy tan feliz para bajarme de esa nube

-No es mi culpa que tu solito te hayas subido a la nube

-¿Estás diciendo que es mi culpa?

-¿Eres sordo?, lávate los oídos

-Vete a la mierda

-Me encantaría poder decirte eso pero no soy tal vulgar como tú

-¡Imbécil! -gritó detrás de mí y sólo aceleré el paso hasta cruzar por la avenida, los carros eran más concurridos y algunas personas pasaban por aquella vereda pero a Hao ni siquiera pareció importarle eso -regresa aquí, te estoy hablando

-¿Puedes bajar la voz?

-¡A mí no me dices que hacer!

-Si te llevan a la comisaría por este escándalo ni sueñes que te voy a sacar de ahí

-Tampoco necesito tu ayuda, ¿sabes?, yo puedo hacer mis cosas sólo

-Qué bueno, ya que eres tan independiente entonces termina conmigo -me frené en seco y me giré a mirarlo -termina

-¡Yo termino contigo cuando se me pegue la gana Sung Hanbin!, no cuando tu lo dices

-Claro, por eso es que cuando te enojas por una mínima cosa terminas conmigo, no sabes hacer nada mejor

-Y tú tampoco sabes hacer algo mejor que mentirme, ignorarme y olvidarte que soy tu novio, ¿no?, y además fumar

-¿Y a ti que te importa lo que yo haga?

-¡Me importa porque me importas!

-¿Te importo? -me acerqué y entrecerré los ojos -¿te importo?, o sólo quieres que sea alguien que tu quieres

-Como si tu no quisieras lo mismo conmigo, lo único que haces es decirme que hacer

-¿Y tú no?, yo soy el malo y tu eres un santo, ¿verdad?, eso es lo que todo el mundo te hace creer y como tu no sabes usar tu propio cerebro, ¡les haces caso a todos esos malditos HIPÓCRITAS!

De pronto, mi rostro fue volteado de forma agresiva, Hao había golpeado mi mejilla con fuerza gracias a su mano. Él nunca me había tocado de tal manera, esperé que se sintiera culpable por lo que hizo, pero simplemente se quedó mirándome fijo con una mirada amenazante en sus ojos.

Por un momento se cruzó por mi cabeza devolverle el golpe, pero era Hao... yo no podía hacerle eso, no a él.

Repentinamente comenzó a llover, las gotas se deslizaron por nuestras pieles dejándonos confundidos, no tenía sentido que lloviera, no estabas en fechas frías, el sol todavía estaba brillando en el cielo.

La gente alrededor empezó a correr para no ser alcanzados por el agua. Yo comencé a correr para no ser alcanzado por Hao, pero aún así él me siguió. El semáforo estaba en verde y crucé sin pensar que un carro venía muy cerca de Hao. Me detuve en la vereda com preocupación pero él se había antes de llegar a la pista.

Me di media vuelta y seguí caminando rápidamente hasta llegar a mi casa, al abrir la puerta, Hao apareció detrás de mí evitando que la cerrara, iba a poner resistencia pero finalmente lo dejé pasar.

Me encaminé hacia mi habitación y me senté en la cama teniendo un montón de pensamientos atravesando mi mente. Saqué una cajetilla de cigarrillos y prendí uno. Cuando sentí el humo en el interior de mi boca me pude calmar.

-No vuelvas a correr así... -se sentó a mi lado y me empezó a hablar de forma calmada tomándome el brazo -pudo haber pasado algún tarado conduciendo y...

-¡No finjas que te importa! -me solté de su agarre -ya no finjas ninguna mierda -volví a inhalar el cigarrillo -sólo termina de decir lo que quieras y vete

-Yo soy el que debería estar molesto...

-¡Entonces molestate!, ¡gritame!, ¡insúltame! ¡vuelve a pegarme si quieres!, sólo asegúrate de cerrar esa puerta cuando te vayas

Me quedé en silencio cuando sentí mi voz un poco aguda, como si fuera a llorar, pero no tenía sentido, desde hace años no lloraba por ninguna cosa, no puedo llorar por esta mierda. No debo.

-Siempre haces lo mismo... -escuché por lo bajo y lo miré confundido

-¿Qué?

-Siempre que te reclamo algo y me enojo contigo terminas por hacerte la víctima para que yo me sienta mal

-¿Qué mierda dices?, ¿qué clase de estupidez te han dicho?

-¡Es la verdad, Hanbin!, y ya no caeré en la misma mierda, ¿porqué me has ignorado todo el fin de semana?, ¿tengo que acercarme a un chico para que me reclames y te acuerdes que existo?

Suspiré pesadamente con rabia y cerré los ojos evitando escuchar todo lo que me decía. Inhalé el cigarrillo que tenía en la mano lo más que pude y giré mi cabeza hacia la dirección de Hao. En ese instante, expulsé todo el humo en su rostro.

-¿Qué mierd...? -se cubrió los ojos y empezó a toser

-Ya cállate -dije de forma sombría

Noté que él tomó una de mis camisetas que estaban cercanas a su agarre y me la lanzó con furia. Me insultó, me dijo "idiota", al parecer era su palabra favorita hoy en día, aunque antes ni siquiera podía decir lisura alguna.

Pero no le devolví el golpe, lo único que quería era lograr que se vaya, y así fue, golpeó fuertemente la puerta al cerrarla y me tiré en la cama, disfrutando del silencio.

Me sentía como un trozo de mierda, estaba claro que no iba a lograr dormir, así que fui a donde mis amigos, Ricky y Jiwoong y decirles que estaré disponible todos los días a partir de ahora si es que querían invitar a alguna fiesta.

Esa noche fui a una.

Y la siguiente.

Y la siguiente también.

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora