Ep. 100 - Engaño

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Llevaba escribiéndole a Yeonjun varios días y no respondía, me desesperaba, pero debía calmarme, en algún momento tendría que contestar, sabía que la diferencia horaria era mucha, pero al menos pausar algunas de sus cosas para ver su celular.

Ese día no había nadie en casa y escuché el timbre, así que salí rápidamente a abrir la puerta encontrando a Matthew fuera.

-Hola, Matt -saludé con felicidad

-¿Estás saliendo con Hanbin? -dijo en tono agudo y molesto

De inmediato lo tomé del brazo y nos alejamos de la casa para que las cámaras de seguridad no logren vernos hablar.

-¿De dónde sacas eso?

-La señora Choi me llamó una vez para preguntarme por ti, ya que le dijiste que estabas conmigo, cosa que me hizo pensar que era mentira, que sólo me usaste para cubrir tus salidas con Hanbin

-Somos amigos, Matthew

-Los ex novios no pueden ser amigos, y menos ser amigo de alguien como él, ¿si recuerdas todo lo que te hizo hace años?, ¿o te lo hago recordar?

-Si me acuerdo, no voy a regresar con él, Matthew -suspiré -sólo estamos mejorando las cosas entre nosotros, ha pasado tanto tiempo que es imposible no sentir nostalgia

-Pues no me parece que esté bien, así que corta esa maldita nostalgia y todo contacto porque no te hace

-Lo haré... sólo quería limar asperezas, pero ya está todo bien, voy a dejar de verlo, ¿okey?

-Okey, más te vale, Hao -dijo con orgullo al ver que le hice caso -tienes a alguien tan perfecto como Yeonjun, no dejes que un manipulador tóxico como ese sujeto arruine toda tu vida

Yo asentí a cada cosa que decía, quería escucharlo pero mi cabeza se ponía en blanco automáticamente, como si no quisiera oírlo en verdad.

En el fondo tenía razón, Hanbin me hizo mucho daño, y Yeonjun era todo lo que podía pedir en alguien. No iba a arruinar mi vida por ir detrás del chico malo en moto. ¿Verdad?

Sin embargo, Yeonjun seguía sin contestarme, antes no se demoraba ni dos días en hacerlo, así que fui a su instagram a revisar a que hora estuvo conectado. Me salía que fue hace 15 minutos.

¿Y ni siquiera se tomó el tiempo de revisar mis mensajes de WhatsApp?

En verdad me enojé por eso, pero traté de mantener la calma y mandarle un mensaje por ahí, dándome cuenta que había subido una historia. Entré a esta notando que era una fiesta por la cantidad de personas, la música fuerte, las luces led y el bullicio.

Lo habían etiquetado e ingresó al perfil de la persona que lo hizo notando que fue una chica. Ella subió varias historias de esa misma fiesta, así que revisé cada una de de las fotos, de las cuales, en una me quedé atónito, sin saber como reaccionar.

Era Yeonjun, besándose con un chico, ambos con una botella de cerveza en la mano, y chicas alrededor emocionadas gritando, incluso la siguiente historia era un video corto de 5 segundos donde se ve como ellos chocan sus labios y luego se separan con una sonrisa.

¿Yeonjun...?

No supe que hacer en ese momento, no te entrenan pata afrontar este tipo de situaciones, simplemente no sabes que hacer, y más sabiendo que la persona que amas está en otro continente y no te responde ningún mensaje.

Lo único que logré hacer después de quedarme paralizado por varios minutos fue escribirle lo primero que se me ocurría por toda la rabia acumulada.

Después de eso lo bloqueé tanto en WhatsApp como en instagram, quizás fue apresurado, pero en aquel instante no estaba pensando bien, me estaba dejando llevar por mi enojo e ira que salí a la calle en plena noche sin siquiera tomar mi celular

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Después de eso lo bloqueé tanto en WhatsApp como en instagram, quizás fue apresurado, pero en aquel instante no estaba pensando bien, me estaba dejando llevar por mi enojo e ira que salí a la calle en plena noche sin siquiera tomar mi celular.

Iba sin rumbo ni destino, era sólo yo y mi mente que no sabía a dónde llevarme. Pero parecía que mis pies caminaran por sí solos y sin darme cuenta, terminé frente al departamento de Hanbin.

Coloqué la contraseña y entré sin saber si él estaba en casa o no, solo pasé y cerré la puerta dirigiéndome a su cuarto. Noté como él dejó de leer el libro que tenía en manos para mirarme con total confusión.

-Justo iba a escribirte... ¿pasó algo?

Me quedé en silencio, simplemente lo miraba sin decir nada, pensando en tantas cosas. Me acerqué a él y me senté en su cama comenzando a llorar. Desde que vi ese video, ni una sola lágrima rodó por mis ojos, sino hasta llegar a la casa de Hanbin.

-Creo... creo que... Yeonjun me engaña -dije, mis ojos se aguaron tanto que sólo veía borroso y noté su sombra acercándose a abrazarme

Al sentir su calidez no pude hacer más que sollozar en gritos por aquella traición. Me sentía tan estúpido, tan usado, tan miserable, sólo quería verlo para preguntarle si todas las cosas que me dijo eran más de sus mentiras.

-¿Yeonjun? -preguntó casi sin creerlo -¿ese idiota te engañó?

-Vi... vi... un vi-video donde él... se... se... besaba con un chi-chico... -dije sin poder respirar bien

-Hijo de perra... algo malo debía tener, las personas perfectas siempre son las peores

-¿Cómo pudo mandar a la mierda 5 años de relación?, ¿tan poco le importó?

-Es una basura, no merece tus lágrimas, bebé, no tienes que llorar por él

-¿Y cómo me quito toda esta impotencia que siento, Hanbin? -me aferré a él como si le pidiera ayuda -¿qué hago?

Él me abrazó con tanta calidez y volví a respirar su aroma, era el mismo perfume que siempre usaba, el que tanto me gustaba.

De repente, sentí su mano acariciaba mi piel por debajo de mi ropa. Creí que era algún método raro de confort, así que no le dije nada. Pero lo que inició con una se sus manos, se tornó a las dos. Cada uno de sus dedos acariciando mi espalda baja haciéndome estremecer.

-¿Q-qué haces...? -levanté mis mirada enrojecida hacia él ahora confundido

-Tranquilo -susurró -te vas a sentir mejor

Sin dejarme responder, se acercó a mí clavando sus labios en los míos, fue tan sorpresivo y repentino que no me dio tiempo a reaccionar en defensa. Pero me sentía tan débil emocionalmente que sólo con su beso mi estado de ánimo cambió.

Simplemente cerré los ojos y me dejé llevar.

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora