Para el mundo, las relaciones amorosas debían ser perfectas, pero ellos eran demasiado imperfectos para el mundo.
A Hanbin le gustaban las motos, el color negro y las fiestas, mientras que Hao amaba los libros, la tranquilidad y quedarse en casa. Er...
Pasaron algunos días, Hanbin pasaba día y noche en mi casa, de vez en cuando salíamos a diferentes lugares, y él aprovechaba la mínima oportunidad para tener sexo con todas las probabilidades de que nos vean. De alguna forma me acostumbré a eso y sólo me dejaba. También me gustaba, era excitante.
Aunque a veces teníamos algunas pequeñas discusiones, pero nos arreglabamos con sexo, después de eso me olvidaba de lo que habíamos peleado.
Pensé que todo ya estaba bien, por un instante creí que ya podía decirle a todos que habíamos vuelto, así que desarchivé todas las fotos y subí una nueva.
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La mayoría de comentarios eran de reproches acerca de porqué volví con él, pero unos pocos eran de felicitación, aunque no parecían muy sinceros, después de todo él y yo tuvimos momentos difíciles y sólo nosotros podíamos entendernos. O eso creí.
De pronto, Hanbin me empezó a ignorar. De nuevo.
Me acostumbré a que se demore en contestar, pero en todo el fin de semana me ignoró, incluso las llamadas. Había dejado de sentirme culpable por eso, ahora creía que en verdad él tenía un problema.
-Así que volviste con Hanbin -Matthew me miró de manera juzgadora -ya no sé qué hacer contigo, Hao
-Lo siento
-No, no pidas perdón, supongo que nunca me vas a hacer caso
Estaba sacando algunos libros de la biblioteca en lo que Matthew desaparecía de mi vista, no le gustó nada que haya vuelto con él, pero no sabía que otra cosa más decirle.
De pronto, veo que Hanbin se acerca hacia mí como si no me hubiera ignorado los 3 últimos días.
-Hola bebé -me dio un beso en el cuello y yo lo aparté
-¿Qué haces? -fruncí el ceño con rabia
-Besándote, ¿no puedo besar a mi novio?
-¿Porqué no me contestabas?, te estuve escribiendo todo el maldito fin de semana, parece que de viernes a domingo son tus días elegidos como para evitarme
-Estaba ocupado, Hao
-¿Ocupado con qué?
-No te puedo decir
-Ah... okey -suspiré con enojo -como quieras
-Si tanto querías verme, ¿porqué no viniste a mi casa?
-Porque... -exhalé -ya no importa... ¿hoy me piensas hablar o también me vas a ignorar?
-Pensé que podríamos hacer algo divertido aquí en la biblioteca -sonrió de forma provocativa, pero yo no tenía ganas de nada
-Si piensas que voy a tener sexo contigo después de haberme ignorado las llamadas y mensajes, ¡ni lo sueñes!
Me di la vuelta terminando de tomar el libro que quería y me encaminé hacia el salón, me giré hacia atrás lentamente esperando que Hanbin me esté siguiendo, pero no estaba. Frené en seco. Esperé un rato pero ni siquiera se asomó. En vez de ponerme triste, me enojé, ¿qué le pasa?, ¿acaso me puede tratar como quiere?
Estaba a punto de volver a la bibliotecas para arrastrarlo del brazo y jalarlo afuera para hablar con él, pero la presencia repentina de Yeonjun me detuvo.
-Hola, Hao
-H-hola, ¿cómo estás? -pregunté porque se me ocurría nada más
-Bien, ya se acercan los exámenes, quería saber si no tenias ningún problema con eso, ya que si lo tienes puedo ofrecerme como un tutor personal, si no te molesta, claro está
-Oh, ya veo -sonreí -no te preocupes por eso, lo tengo todo bajo control
-Entonces ya me puedo calmar con eso -la alarma del timbre sonó y él tuvo que volver a su salón -¡cuídate! -agitaba su mano en forma de despedida, yo alcé la mano también para hacer lo mismo y en eso vi la figura furiosa de Hanbin asomarse por el pasillo
-¿Cuídate? -se paró delante de mi con el ceño fruncido -¿qué fue eso?
-Una despedida, ¿no tienes ojos o qué?
-¿Y porqué te habla así?
-Porque es mi amigo, Hanbin, ¿no empieces, sí? -me di la vuelta yendo hacia el salón y Hanbin caminó detrás de mí
-¿Amigo? -su timbre era muy agresivo -te dije que no tengas amigos, que no hablaras con ningún chico además de mí
-¡¿Y crees que no lo intento, Sung Hanbin?! -me detuve y me di media vuelta -trato de no hablar con nadie además de Matt y Tae así como dijiste, ¿pero hago si alguien se acerca?, ¿simplemente lo ignoro?, ¿salgo corriendo?
-¡Claro que puedes!, para eso tienes boca, para decir que tienes novio
-¡Eres un idiota!
-¿Pueden callarse? -el profesor llamó desde la puerta -respeten las otras clases, ya estamos en horario de clase
-Lo siento, profesor -me acerqué a la puerta y me dejó pasar pero detuvo a Hanbin -tu no vas a entrar
-¿Qué?, ¿por qué? -se veía tan sorprendido como yo
-Llevas varios días faltando, ¿crees que te dejaré entrar para que sólo te pongas a dormir?
-Pero, profesor...
-Por ahora estarás fuera de mi clase -cerró la puerta dejando a Hanbin afuera
Yo me senté un poco preocupado por él, miraba la puerta viendo como él golpeada la pared con furia y después desapareció. Le quise escribir para decirle que más tarde nos vemos pero de nada iba a servir, de todas formas no me iba a contestar.
...
La clase acabó después de unas cuantas horas que parecían infinitas. Matthew me dijo para ir al cine, pero me negué, primero tenía que hablar con Hanbin.
Estaba caminando hacia mi casa, hasta que de repente, en un callejón vi de reojo una silueta conocida, al devolver la mirada visualicé que era Hanbin.
Estaba... ¿fumando?
Suspiré con rabia, le había dicho que dejara de hacerlo pero ahora me entero que lo está haciendo a escondidas. Caminé hacia él y no pareció darse cuenta que me estaba acercando.
-¿Qué mierda haces? -le quité el cigarrillo de la boca y lo tiré al suelo -¿fumas cuando no te veo?
-¿Te sientes bien? -preguntó de forma muy cínica sacando otro cigarrillo para prenderlo
Me enojé tanto que volví a quitarle el cigarrillo y lo volví a tirar al suelo para pisarlo. Él se me quedó viendo seriamente sin decirme nada, mi mirada estaba fija en la suya.
Tenía claro que eso no saldría bien, empezando porque me mintió y no hizo caso a lo que le pedí.
