Para el mundo, las relaciones amorosas debían ser perfectas, pero ellos eran demasiado imperfectos para el mundo.
A Hanbin le gustaban las motos, el color negro y las fiestas, mientras que Hao amaba los libros, la tranquilidad y quedarse en casa. Er...
Me había molestado la actitud de Hanbin, así que me adelanté esperando que me siguiera. De repente, cuando él caminaba hacia mí, un chico se acercó saludándolo, parecían conocerse.
Esperé un largo rato sin tener idea de lo que hablaban, pero la cercanía que tenían me empezó a incomodar, así que me acerqué parándome al lado de Bin. Ni siquiera sé por qué lo hice, fue instantáneo.
-¿Ya te conseguiste novio en mi ausencia? -escuché decir, me enojaba el hecho que asumieran que soy su novio, pero me molestaba más que me miraban de una forma como si fuera inferior a ellos
-¿Te importa ahora? -respondió Bin -¿o es que tu amante ya te dejó y por eso vienes a buscarme?
-No es eso, es sólo que me di cuenta que él y yo no conectábamos... -noté como su tristeza era fingida -es por eso que vengo a pedirte perdón por engañarte... en ese momento estaba ebrio y...
-Claro, échale la culpa al alcohol, imbécil -respondió con desdén y una sonrisa irónica
-Te lo digo en serio, Bin -bajó la cabeza -quiero... remediar todo...
Hanbin rodó los ojos y suspiró, parecía que quería responderle, pero en vez de eso me tomó de la mano llevándome hacia su moto. Él nos siguió suplicante aún pero Bin arrancó el vehículo dejándolo atrás.
Al llegar al departamento, no quiso hablar del tema y yo tampoco le pregunté por si es que le incomodaba, aunque me daba curiosidad saber como llevaron su relación.
-Bebé... -apareció detrás de mi interrumpiendo mi tiempo de escritura
-Ya te dije que no me llames así
-¿Quieres aprender a manejar mi moto?
-¿Cómo? -dije sorprendido por su comentario
-Te quiero enseñar a manejarla... en estos últimos días ya no te he visto con miedo, parece que disfrutas montando en ella
-Sí, pero... no es lo mismo que manejarla -lo traté de empujar ya que estaba demasiado cerca de mí, pero él sólo quitó mis manos aprisionandolas sobre mi espalda
-Es por eso que te voy a enseñar, bebé -se inclinó a mis labios y mordió el superior estirándolo como si fuera chicle -di que sí...
Ese día no le había dado una respuesta exacta, y él sabía muy bien que yo estaba muy inseguro con eso, pero aún así insistió diciéndome que me veía en una pista de manejo por la tarde.
No iba a ir, pero tampoco lo quería dejar plantado, así que me cambié y fui para donde me citó. Esperaba chocarme o cualquier otra cosa horrible, pero creo que a quien me encontré por el camino fue peor que todo lo que pensaba.
-Aléjate de Hanbin -escuché detrás de mí, era el chico con el que él estaba hablado el otro día
-¿Te conozco?
-Tu sabes muy bien quien soy -se detuvo en mitad del camino -aléjate de Hanbin
-¿Por qué tendría que hacerte caso? -pregunté con molestia
-Él me quiere a mí, ¡aléjate de él!
-Mira... Hanbin y yo no somos novios, así que lo que él haga con su vida y tu con la tuya ¡no me importa!
-¿No son novios? -parecía asombrado por mi respuesta
-¡No!, ahora déjame en paz -me di media vuelta comenzando a caminar rápido, por suerte él no me siguió pero de todas formas aceleré el paso
Llegué al lugar donde Hanbin me había citado, el atardecer estaba hermoso, perfecto para una foto.
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Mientras yo manejaba, él se posicionó detrás de mí tomando mis manos y en ratos mi cintura. Me enseñó varias de las funciones de aceleración, a como mover las manos y mantener el equilibrio. Aprendí que no era tan difícil.
-Viste, bebé -me abrazó por la espalda -ahora ya estás preparado para la guerra
-Ya sé manejar dos vehículos, eso es bueno -sonreí con felicidad -creo que ya le perdí el miedo a las motos
-Gracias a mí -me dio un beso en la mejilla
A pesar que nuestra relación sea de 'amigos con derechos', de vez en cuando él era más cariñoso de lo normal, cosa que me confundía, pero nunca dejamos las reglas claras desde el principio.
De hecho, creo que ni siquiera teníamos reglas.
...
Mientras ordenaba mis libros en el librero de la biblioteca de Hanbin, me di cuenta que me faltaba uno para completar una de mis sagas favoritas, así que salí a comprarlo.
Por suerte lo encontré y lo compré dispuesto a volver a casa para cocinar algo que se me había ocurrido. Quería hacer un tipo de experimento.
-¡Aquí estás! -escuché detrás de mí, era Matthew, quise saludarlo pero no se veía muy contento por verme -¿se puede saber donde has estado?, fui a buscarte a tu casa y me dijeron que te habías mudado, encima le llamé a Yeonjun y también me dijo que no sabe donde estas, ¿por qué no le has contestado las llamadas y mensajes?
-¡Porque terminé con él! -dije con molestia dejándolo mudo
-¿Qué hiciste qué?, ¿te volviste loco?
-Ese idiota se besó con otro chico, ¿quieres que siga con él?, ni siquiera me contestaba los mensajes y un día vi que lo etiquetaron en una historia besándose a otro chico, ¿quieres que siga con alguien así?
-Quizás... viste mal, él no haría algo así
-¿En serio no me crees?
-No puedo creerte después de ver tu última publicación, ¿terminaste con Yeonjun para meterte con Hanbin de nuevo?
-No es así
-¡Si lo es! -acusó -¿de verdad piensas arruinar tu vida por él cuando lo tenías todo?
-¿Todo?
-Tenías a Yeonjun
-¿Si tanto lo defiendes porque no te lo coges tu?, se ve que siempre te ha gustado
-Hao no me hables así
-¡Y sí!, me voy a arruinar la vida, y si Hanbin me quiere arruinar la vida, ¡pues que lo haga!, ¡después de todo Yeonjun fue quien me la arruinó primero cuando me fue infiel!
-Hao...
Tomé un taxi y volví al departamento tirando las cosas con molestia, estaba harto que siendo mi amigo se haya puesto del lado de Yeonjun. Ni siquiera me creyó cuando le dije que lo vi besarse con otro. Pero si tiene miedo que arruine mi vida, entonces le daré lo que tanto teme.
-Hola, bebé -Hanbin cruzó la puerta y antes de que pueda formular alguna palabra, me lancé a él y lo besé
-Tuve un mal día... -susurré -hazme olvidar todo, por favor...
