Hilo Rojo ~ Haobin

Ep. 4 - Mala Influencia

Llegamos a la fiesta, había demasiada gente como era de esperarse, Hanbin no me dijo nada pero supuse que era un bar gay ya que sólo habían hombres y muy cariñosos entre ellos.

Él se acercó a la barra y yo lo seguí pidiendo un trago: "el de siempre" lo escuché decir, eso significaba que viene seguido a este lugar.

—¿Quieres? —me ofreció la bebida

—Ah... no, gracias —no me gustaba rechazar algo —no tomo...

—¿Seguro que no quieres? —me quedó mirando esperando que le aceptara el vaso, pero en serio no quería, sin embargo le terminé aceptando

—¡Agh! —casi vomito en el intento —arde... le devolví el vaso, no me gusta, sabe horrible

Él sólo se rió de mí.

—Prueba este —me entregó uno de color naranja, parecía un cóctel, aunque la verdad es que no sabía de tragos, yo sólo lo tomé pensando que sabría diferente pero casi vomito de nuevo —no puedo, lo siento

—Pero ese es más rico

—No estoy seguro de eso... —trataba de ser amable pero en serio sabía horrible, esa cosa quemaba mi garganta

Él sólo se volvió a reír y siguió tomando su bebida como si nada. Estaba tranquilo mirando hacia la nada, quería hablar de algo para iniciar una conversación, pero la música fuerte no me dejaba.

—¡Hanbin! —un chico más bajito que él que se acercó dándole un beso en la mejilla —qué lindo verte por aquí, seguro andas buscando mis servicios de nuevo, ¿te gustó lo de la última vez? —le susurró y él se comenzó a reír como si estuvieran solos, me sentí como la tercera rueda así que traté de disimular mirando hacia otro lado pero lo único que mis ojos fueron a hombres metiéndose la lengua hasta la garganta

—Ahora estoy un poco ocupado

—Ya veo —me miró de reojo pero traté de fingir que no me importaba lo que decían —ya sabes que en cualquier momento me puedes contestar —le volvió a dar otro beso en la mejilla y se fue

Me quedé en silencio volviendo mi mirada hacia la barra, él siguió tomando como si nada, fue algo que me incomodó pero aún así no dije nada, no quería que piense que soy un intenso por indagar en su vida privada. Todavía no estaba seguro si me tenía confianza para contarme esas cosas.

—¡Hanbin! —una pareja vino —¿y ese milagro que andas por aquí?

—Cariño, él viene aquí seguido

—¿Ah sí?, seguro a conseguir nuevos ligues, ¿no, picarón?

Comencé a sentir que fue un error venir, él parecía conocer a todo el mundo y yo era el que estaba sólo en un rincón. Estaba pensando seriamente en inventar una excusa para irme.

—Ay cariño, ya sabes que Hanbin no se toma nada en serio, sólo quiere divertirse

—Entonces debería divertirse con nosotros, ¿no te gustaría tener un trío?

Bromeaban entre ellos, yo no sabía que era verdad o no, pero al parecer que a Hanbin sólo le gustaba "jugar" no era sólo un rumor de la academia.

Y eso fue lo que me dio miedo.

Cuando la pareja se fue sentí que era el momento perfecto para escapar.

—Hanbin...

—Amo esta canción —dejó su vaso y me tomó de la mano —vamos a bailar —me jaló hasta en medio de la multitud

—Pero... no sé bailar

—Sólo déjate llevar por el ritmo, no es necesario que seas un experto —me susurró al oído haciéndome estremecer